viernes, 13 de abril de 2007

Reina de lagrimas (3ª carta)

Oh! Como me duele la cabeza... ¿Por qué tiene que estar gritando todo el tiempo?
Lleva así media hora y ni siquiera soy capaz de entender que chilla, claro que los otros tipos no se quedan atrás con sus berridos.
Parece que por fin se calma un poco al enseñarle unos papeles que acaban de traer, no se que será y no parece estar muy contento, pero al menos la discusión se serena y bajan los gritos. Lo que no tengo muy claro es si la situación mejora o empeora para mi.

Ahora que parece estar todo un poco mas tranquila, vuelvo a sentir como si un punzón me atravesara el costado, donde recibí antes el golpe. Es posible que hasta tenga una costilla rota, pero no creo que le importe mucho a estos animales.

¿Cómo puede haberse torcido tanto mi vida en tan una semana?, antes pensaba que estaba perdida y sin futuro, y justo cuando parecía abrirse ante mi un camino de ilusión, todo cayó por el precipicio sin frenos.

Aquel hombre se presentó como un agente cinematográfico, y quería encontrar un ejemplo de la “elegante belleza del este de la vieja Europa”, como siempre repetía.
Tras alborotar todo el pueblo me convenció de ser la elegida por los focos y las cámaras, y yo le creí inocentemente, como quien deposita todas sus esperanzas en una antigua y absurda profecía, sin prestar atención a la voz de la razón.
Mi único anhelo era escapar de aquel pueblo donde nunca pasaba nada y me sentía encerrada.

Que ingenua debí parecerle, cuando me presente en el aeropuerto con un vestidito que me hiciera parecer sensual y en el que gaste buena parte de mis ahorros. Quería grabarme en su retina y que ninguna otra pudiera robarme mis sueños.

Pero mi pesadilla no corría peligro, justo entonces empezaba, aunque aún no lo reconocía. El monstruo había elegido.

Tras un placido vuelo, solo ensombrecido por sus modales, llegamos a la tierra de las ilusiones, al país de nunca jamás, pero un absurdo incidente detono la situación.
Mi “benefactor” tropezó con uno de los pasajeros y se desencadeno una pelea, que dio con un pequeño grupo en las oficinas de seguridad del aeropuerto.

Tampoco era nada demasiado grave, solo harían falta algunas explicaciones, pero la bestia que me acompañaba empezaba a mostrarse, insultándome sin parar, cuando todo se convirtió en un sin sentido, al entrar una serie de personajes armados, que asesinaron a varios de los policías y raptaron al grupo de seis pasajeros que allí estábamos.

La rapidez con que paso todo, y lo difícil de explicarlo, no ocultó algunos hechos que se hicieron notar en el camión donde nos llevaban. Aquel animal y los secuestradores se conocían, y discutían acaloradamente por lo que había pasado.
Empecé a temblar pensando en que me harían, por lo que traté de escapar inútilmente, tan solo logre varios puñetazos, todos en el costado, imagino que para no dejarme marcas en la cara.

Sin embargo, el curso de la discusión dejo claro que salvo mi “agente”, el resto de aquellos delincuentes en realidad querían a un señor mayor, con pinta de antiguo militar o policía por su fortaleza y gesto recio, que afrontaba sus desplantes con pose desafiante.
Creo que mi voluntad se hubiera roto por completo sin sus miradas protectoras y serenas.
En uno de los zarandeos le tiraron una vieja placa de policía ensangrentada a la cara, y el les escupió, ganándose varios golpes.




Ahora estamos apartados en un rincón de un viejo almacén, en una zona aparentemente abandonada y aunque no entiendo ni una palabra de ingles, sus gestos no me dejan lugar a dudas, he sido engañada para venir a servir como prostituta, y por sus manoseos no les importaría que empezara a ejercer ya mismo, aunque algo les parece contener, posiblemente, miedo a su jefe, pero no es que eso me tranquilice.

También se observa de su actitud, que el viejo policía lo va pasar bastante mal cuando llegue alguien a quien esperan, y que de los otros tres rehenes, el muchacho no les interesan lo mas mínimo, y una vez resuelto el asunto, posiblemente acaben con el, mientras que la azafata y la ejecutiva posiblemente comparta mi negro futuro.

Este pensamiento hace que afloren las lagrimas a mis ojos, hundida por la desesperanza, al no ver ninguna posibilidad de luz en el túnel, hasta que siento la mano del poli retirado sobre mi hombro, y me transmite una calidez que me tranquiliza.
Sin palabras, se hace responsable de que no nos pase nada, y aunque se que le es imposible cumplir su muda promesa, basta para infundirme esperanza donde antes no había nada.

El momento de aislamiento del horror reinante se rompe por la entrada de uno de aquellos matones, que había ido por la cena, y justo al entrar, empieza a vociferar y señalarnos, al parecer indignado de que no estemos atados y que podamos comunicarnos entre nosotros, en especial por el policía, a quien apartan violentamente para darle otra paliza.

Con la paciencia agotada hasta el punto de la locura, el muchacho se abalanza de forma suicida contra ellos, defendiéndole. No me paro a descubrir el resultado que me temo fatal, y me levanto y trato de huir con las fuerzas que da agarrarse a tu ultima oportunidad.
Se que es imposible conseguir el éxito en mi carrera, pero al menos logro alcanzar la puerta y salir a la calle. Ahora mis suelas tienen el destino de mi vida en su poder.

Nunca he sido una buena deportista...
al poco rato empiezo a resoplar...
pero no puedo ceder...
unos minutos y mis pulmones arden...
giro por entre las naves...
intento que no me vean...
perder el rastro...
les oigo chillar detrás... ...
debo correr mas...
giro y veo la luna y el río...
y una ultima fabrica...
debo esconderme...

De repente el mundo gira, y veo como si estuviera en un cine como todo cae al suelo, pero soy yo quien ha caído, y el golpe en mi costado acaba por martirizar mis doloridas costillas.

Me revuelvo desesperada, pataleando y tratando de averiguar que ha pasado, viendo a un mendigo, aparentemente borracho, y tan asustado como yo, con quien he tropezado al girar por la fabrica del río para esconderme.

Nuestros ojos se cruzan, mi desesperación con su miedo, mi terror, con su sorpresa, emociones de mundos distintos pero que nos han llevado al mismo peligro, mientras oigo como ellos llegan por ambos laterales de la fabrica.

Le grito suplicante, es mi ultima ocasión, aunque no se que puede llegar a conseguir, pero en estas situaciones, cualquier opción, por irreal que sea es abrazada como la salvación.

Agito sus hombros chillando y derramando las lagrimas que tanto tiempo he contenido. Se que no entiende lo que le digo, pero veo por su cara, que comprende la situación, quizás por mi lastimoso intento de transmitírsela, o por los disparos que llegan.

En un acto que me sorprende me empuja hacia el río al que caigo, en el momento en que aúlla de dolor, y cae al suelo, evidentemente impactado por una bala, como las que me llueven desde arriba, pero con distinta fortuna.

El choque del agua, es contradictorio, por un lado me produce un alivio al saber que aumenta la distancia con mis captores, pero también el impacto y mis costillas me producen espasmos de dolor.

Agotada intento bucear y alejarme de allí lo máximo posible, hasta que tengo que salir a la superficie, y me agarro a unos juncos de la orilla, notando como caen los últimos granos del reloj de la consciencia.

Deseando que no me encuentren me abandono por fin al reino de las sombras.



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Una vez estudiado el consultante, y conocido el problema, la tercera carta que cae a la mesa, muestra el desarrollo actual del problema, como si fuera un animal salvaje al que vieramos por una camara

Como se desarrollan los acontecimientos antes de que las decisiones cambien el tablero de juego

5 comentarios:

la cónica dijo...

A veces, esperar vale la pena. Esta es una de esas veces. Cuando pusiste el título a la etiqueta, ¿tenías delante la imagen de la tercera carta.

Sobrecogedor todo. Visual también. Como la última imagen, la que está en formato de imagen, quiero decir.

Un beso. Con nocturnidad. Volveré más despacio.

Kaos Baggins dijo...

¿si tenia la carta delante? pues aciertas, en realidad hice la tirada completa, y aun la conservo :)

tambien tenia claro desde el principio como eran las personalidades de los 6 y algunas escenas sueltas

lo chungo es buscar pegamento para unirlo y pensar que harian cada uno de ellos en las situaciones

Lalaith dijo...

Me da pereza leer tus posts debido a su enorme longitud, pero merece la pena leerlos. Me ha encantado esta historia. Aquí estaré para leer la siguiente, con paciencia y tiempo :)

Un beso.

Kaos Baggins dijo...

me alegro que consigas tener paciencia para leertelo, es que a veces me quedo solo con las teclas hechando humo jejejejeje

Absurdo Rutinario dijo...

¡A ti te vendrían genial los ejercicio del taller de: Escribir [...] en sólo 14 líneas! sería todo un nuevo reto. Seguro.
Un abrazo.