viernes, 31 de agosto de 2007

Malabarista de corazones

Un beso atado a un zurrón, viajero itinerante que alcanza puerto para descansar y conocer su destino, encontrando tan solo bifurcaciones.

Benditas dudas aquellas que hacen que un corazón estalle en fuegos artificiales, aunque la traca final anuncie el reino de la noche, pues después invariablemente vendrá el amanecer, cuando cantemos el acto final.

Quizás en otro puerto, junto a otra cara, pero en esos ojos se habrá quedado almacenado un trozo de esta débil alma, y esos labios que tan solo supieron negar son dueños de un destino, aunque lo desconozcan.



El texto viaja en un carromato tirado por bueyes, con saltimbanquis haciendo girar varas en llamas mientras un bufón da volteretas que levantan el viento a su alrededor.

En lo alto del carromato una soprano entona las encendidas estrofas de una opera al ritmo de las guitarras eléctricas que portan sus acompañantes en el interior.

Las estrellas se dividen a su paso y enormes minotauros de paja luchan por escucharla.

El dibujo retorna a Portugal, un folleto de festejos, ella se llamaba katia guerreiro, aunque no estoy seguro de haber logrado el parecido.

El carro existió, y la descripción es literal.

5 comentarios:

la cónica dijo...

Cuántos besos se pierden, cuántos no encuentran su destino.

Pero lo buscan, me gusta eso.

Los besos hacen daño en las almas vulnerables, a veces. Sobre todo, los que no se dan.

Besos con remite y con código postal, certificados, para que no se pierdan.

Besos mejor por paloma mensajera, que llega a su destino por instinto.

Besos, en fin. De los que no duelen.

Besos.

Lalaith dijo...

Lo bueno es que cuando se trunca un destino, siempre se puede construir otro. Y de cada destino no conquistado se aprende algo. Para hacerlo mejor la próxima vez.

¿Dónde ha ido el gato? Me gustaba.

Un beso.

Kaos Baggins dijo...

un cajon lleno de besos no entregados es como un gusano de seda, que va tejiendo su red, y esas almas debiles que comentas la conica, pueden quedar atrapadas para que la ara�a las haga da�o

pero si se evita la telara�a, los gusanos de seda transmutan, pueden convertirse en pesados fardos, ecos de realidades olvidadas o por el contrario pueden ser paginas de una vida, de las que quedan atras y cambian a la persona

En cualquier caso un beso, entregado o no, llega un momento que debe coger el petate y marchar, con destino o sin el.

Buena idea la de que los mande una paloma mensajera, que ademas de tener buena orientacion permiten un poco de vuelo libre sin motor, de los que rompen cualquier telara�a

el gatito esta de vacaciones, lalaith, pero me ha mandado una postal desde boston, que dice que igual se queda alli a ver la temporada de los celtics, pero que me mandara un sustituto.
cuando llegue espero que le recibais bien jejeje

Bea dijo...

Los besos que no se dan hacen daño, pero siempre se compensa con aquellos que sí tenemos la suerte de regalar.
La descripción es más que literal. Es plusquamliteraria ;)
Echaremos de menos al gatito, a ver quién lo puede sustituir.

Besos, de los que se regalan con muchas ganas.

Absurdo Rutinario dijo...

Hay muchos caminos en el viaje. Lo que pasa es que algunos tienen puentes, y en otros toca mojarse...

Me gusta la imagen. El viaje parece haber despertado de nuevo a la bestia.

Un abrazo. Entre canastas.