jueves, 29 de noviembre de 2007

sangre sobre las lapidas

Los lamentos de aquel viejo violín inundaban la noche del cementerio, surcando los vientos entre las estatuas de olvidados mausoleos, más tristes que las lagrimas allí vertidas, pues sus notas eran capaces de recordar la vida, no como los cuerpos inertes que frecuentaban los oscuros parajes, aunque se hallaran a la misma distancia.

Las cuerdas, que él hiciera temblar de emoción tantas veces ahora tenían vetado sentir alma mortal alguna, se trataba de una vida falsa y condenada de forma injusta, como lo son las peores condenas.

Estaba empezando a nevar, amenazando con apagar las velas, adornos que celebraran el aniversario de bodas, un enlace marchito, los anillos reposando bajo la losa, fría piedra en la que reposaban sus propios nombres, aunque jamas sus cuerpos habitaran las mortajas.
El pueblo creyó alejar el mal con aquella lapida, y en verdad se fueron, mas fue por lastima de verse, de reconocerse, que por el efecto de una supersitio, que solo pesaba en ella para volver una noche al año, alejando de allí al asustado enterrador con sus notas.

Marie adoraba a Pierre hasta que el corazón la dolía en el pecho, y él se creía capaz de tirar abajo las puertas del infierno por un cabello de su melena, y con ese espíritu escribieron los votos que sellaron su unión, para regocijo de todo el pueblo.

Ya en la fiesta, corrieron el vino y las risas, la carne en su punto y la música de los mejores juglares de la comarca, con los amantes preocupándose del bienestar de los invitados antes que del suyo propio.
Felicidad inmensa, caldo de cultivo para las más amargas lagrimas.

Una mirada penetrante, capaz de romper su pecho y atravesarla, ascuas ardientes en sus pupilas, en contraste con la pálida piel, hizo que Marie rodeara las caravanas y siguiera al extraño, a quien nunca vio antes o después.
Sorprendida en el lindero del bosque, el extraño la abrazó, derritiendo en sus brazos los hielos de todos los inviernos, despojándola con la mirada de todo pensamiento.
Las manos exploraron su cuerpo con la maestría refinada pero decidida de quien nunca concibió el rechazo.

Los segundos junto a su cuerpo fueron siglos, pero Marie se zafó antes de entrar en las sombras de los árboles, temblando de frío, pero más en su alma que en su cuerpo.
La miró con la rabia del pequeño consentido al que se le arrebata un juguete por primera vez, y la asustó terriblemente, haciéndola consciente que no podría volver a resistirse.

Pero la fortuna decidió sonreírla en forma de una joven gitana escondiéndose cerca, en medio de los juegos juveniles, y el depredador eligió la presa fácil, dejando las emociones para después del alimento, dejando que la joven gacela huyera en busca de su reciente esposo.

Sus pies volaron sin apenas rozar el suelo, ansiosa por la promesa del amor eterno, para partirse en mil pedazos cuando abrió una puerta y lo encontró allí con otra mujer, de belleza tan pálida e insondable como el mármol de una escultura clásica, perfecta, arrebatadora, y usurpando los labios que debían ser suyos.

En lugar de chillar, de huir, golpeo con furia a la intrusa, sin darse cuenta que el cuerpo de Pierre caía casi inerte al suelo, abandonado por la vida y un rastro de sangre en su cuello.

Años más tarde comprendió todo, en su peregrinaje por diversas tierras, escuchando leyendas a las que de niña tapaba los oídos, pero ahora ella misma era leyenda, y odiaba a aquellos dos extraños, odiaba a Pierre, quien una vez la prometió un deseo por cada copo de nieve, y ahora nevaba, y deseaba, y añoraba.

Y sobre todo se odiaba a si misma, por sucumbir al desaliento tantas veces, por volver a su propia tumba, por las lagrimas que convertían sus ojos en ríos negros por sus mejillas, ahora más pálidas que la nieve.

Deseaba vivir, pero aún mas morir. Deseaba visitar a Pierre en el faro donde se hallaba recluido, y sin embargo, pese a las promesas, pese a que se debería cumplir un deseo por cada copo que sostuviera en sus manos pensando en su amor, ningún deseo se cumplía de verdad.

Cerraba los ojos, arrancando dulces lamentos del viejo violín, para abrirlos y descubrir que las notas eran en realidad amargas, que la costa y el faro estaban lejos, y mas aún su amor, y que ni vivía ni moría, sino todo lo contrario.

Los candelabros se apagaron y recogió el instrumento, hasta dentro de un año, cuando volvería a tocar su canción, con la que bailaron por primera vez hasta arder, como querría ahora, arder hasta consumirse en cenizas.



La imagen es una lamina de Victoria Frances, y ha servido para inspirar el origen de la protagonista del primer post de este blog



La musica, habia pensado en buscar "my funny valentine", pero por casualidad encontre el "seras cancion", tributo a una de las grandes personas del rock español despues de su muerte, asi que decidí guardar a valentine hasta el proximo capitulo de la luna de sangre, por que Marie se resiste a dejar mi cabeza, aunque cuente su historia de forma desordenada, atropellada, aunque en la anterior ocasion acabara.... como acabó

sangre sobre la nieve

Los copos de nieve se derritieron sobre su cabeza

experimento roschard

Supercalifragiiiiilisticoespinalidoso
Sorpresa
Creatividad
Orgía
Cercanía
Sosiego y futuro
Supremo
Im presionante

Palabras desarboladas, azotadas por el viento hasta que ni ellas mismas ven la relación entre si, sin aparente nexo de unión...
Pero lo tienen, o al menos lo tuvieron: una hoja doblada en bares y recuerdos.
Un viejo experimento que tengo intención de repetir, comprobar la evolución.

¿Quién soy?
Una buena pregunta, rápida y directa, de esos golpes con los que el campeón te manda a la lona en el primer asalto.
Así me sorprendió mi subconsciente cuando hablamos anoche, tratando de buscar la penúltima reinvención.

Hay cosas que definen a una persona, y hay sucesos que nos cambian sin dejarnos elegir, este blog, estas paranoias no son sino un caldo de cultivo para otro cambio más, y ya perdí la cuenta.

El experimento es para todo aquel que me conozca o lea este sitio,
para quien venga habitualmente o pase de forma casual,
para quien se haya dado a conocer o para quien prefiera no ser visto y esconder sus colmillos en la sombra.

Una palabra, no en el concepto gramatical, sino en la idea, imaginad una lamina de roschard, y contestad lo primero que se os venga a la cabeza, solo os pido eso...
Bueno, eso y que me dejéis ver la palabra claro

domingo, 25 de noviembre de 2007

Y el veredicto es....



Y el veredicto es....

Un momento, señoría, con la venia me gustaría pronunciar unas palabras.
Entiendo que no es muy usual al ser yo mismo el acusado, pero quisiera declararme culpable.

Si, tal como lo oye.
Me considero culpable de todos los arañazos que ha sufrido mi corazón por lanzarlo inconscientemente entre las espinas de los rosales, pero créame, esas mismas flores no serian tan hermosas sin las espinas, y si no podía disfrutar de sus pétalos, al menos mi sangre teñiría sus flores alimentándolas de mis anhelos hasta que me consumiera y pudieran buscar otros sustentos.

Soy culpable de alimentar ilusiones imposibles, de soñar escenas irreales y de vivir fantasías donde entendía el mundo, iluso de mí, un mundo que se escabullía entre los dedos, deslizándose como los granos de arena de un reloj al que debemos girar de nuevo.

Me responsabilizo y exculpo por completo al doctor, a quien no hice caso, y soy el único al que se debe achacar que mi encefalograma y mis latidos tuvieran el mismo ritmo de unos jadeos imposibles, la respiración de aquellas a quienes deseé.

Pero todo esto, sin duda lo habrá deducido usted de las pruebas presentadas por la acusación, así que sobre todo, señoría, deseo remarcar mi voluntad de reincidir, de romper los grilletes con que han encadenado mis pensamientos, y dejar volar mi corazón, al que alentaré a meterse en líos de nuevo, y que aterrice en el pecho de la primera chavala que vea pasar.

De hecho, terminaré esta exposición despidiéndome, pues el tiempo me apremia, y acabo de ver una preciosidad, tan frágil que se rompería de solo mirarla demasiado fuerte, y debo acudir raudo al reclamo de sus ojos.

Guarden mi condena, que ya volveré algún día a cumplirla, y anoten este nuevo vuelo sin motor en mi cuenta, que cuando me escuchen gritar su nombre al viento volveré a ser culpable, al menos hasta que me lo devuelvan el eco de un millar de pájaros.

martes, 13 de noviembre de 2007

Cuando Mayo sucede a Noviembre

Aquel día decidió llamarse a si mismo Noviembre y ser el inicio de su propio invierno.

Paseando al filo del parque iba buscando el sol entre las sombras recortadas de los árboles, dejando que los suaves rayos de una soleada mañana de otoño calentaran su piel.
Un sol que ya no iba dar color ni a quemar, pero que reconfortaba espíritus caídos, y bien que le venia en aquel domingo, resacoso de emociones y disgustos.

Su mente divagaba cuando encontró aquella terraza despistada, de mesas que luchaban con las hojas marrones, misivas de aquellos árboles al dueño del bar, quien se resistía a dejar escapar las ganancias de la época estival.

Armado de una cerveza y escudado en el plato de aceitunas de rigor, se dispuso a entablar dulce combate con el libro que traía bajo el brazo, el que la compró la semana anterior.

Pero ahora todo daba lo mismo, en ese estado de indiferencia agradable que dan un par de cervezas en la tibieza del sol de otoño, dejándose flotar por los sueños vacíos de quien no se preocupa por nada.

Mediodía de domingo y un gran final para una semana, olvidando todo, dejando escapar la tarde sin preocupaciones.

Y es que cualquier historia puede terminar bien o mal, tan solo debemos elegir la pagina donde terminar.
Si les damos tiempo, el inocente Dartagnan asesinará a Milady de Winter, David el gnomo se hará viejo, muriendo bajo su seta y el invierno enfriará nuestras emociones.

Pero no debemos llorar por eso, pues al invierno le seguirá la primavera, se volverán a juntar los ancianos mosqueteros y Peter Pan recogerá a la hija de wendy al amanecer.

Tan solo debemos elegir la ultima pagina, donde dejar de leer, y así Noviembre, el hombre que quiso ser Noviembre decidió pasar la hoja del almanaque, tirarlo y estrenar un nuevo año, le daba lo mismo que el hombre del tiempo predijera que aquel sol duraría poco, el lo iba a disfrutar, y acababa de decidir que se rebautizaría como Mayo.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Hot-dog


ummmmmm
por esta vez me quedo sin palabras

aunque sigo pensando que la cabeza es algo pequieña y en version pequeña se ve fatal, pero imagino la escena y...... ¡otro perrito caliente!!!

(y un manual de escanear)

sábado, 3 de noviembre de 2007

Nieblas de avalon



Nieblas de avalon, que crueles me cercáis.
¿qué razón os di para que me amenacéis con las emponzoñadas lanzas escondidas en vuestros jirones?
Me impedís salir del pantano en el que me ahogo,
¿pero cómo culparos? si yo mismo corro a ensartar mi corazón en las espinas de la flor mas bella.
Hasta no oler el aroma de sus pétalos, no encontraré el sagrado cáliz donde depositar la ofrenda de mi alma, que perpetúe su belleza en mi mente.
Por vos, mi reina, entrego mi sangre y razón.

Es posible que las lagrimas del amor no sean las más dolorosas, pues las superen las del olvido, pero si las que más escuecen.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Sangre en la nevera

Cuando almacenas un pensamiento no confesado en una canica, la envuelves y cierras a su alrededor una matriuska, tienes la seguridad de que no lo verá quien tu no quieras.
Si además lo metes en un cofre, rellenando los huecos de espuma, partiendo la llave en la cerradura, y enviándola sin remite a algún pueblo perdido de Alaska.... entonces estas seguro que el secreto no será visto jamás... al menos hasta que el río se mueva.

Y es que por más armaduras con las que cubras tu cuerpo, siempre existirán personas capaces de atravesarlas, y desarmarte, de hacerte mostrar invalido y arrancarte las lagrimas que ahorraste durante tantos años.

Harto de emociones extraigo la sangre de mis venas y la sustituyo por hielo picado, sintiendo como se eriza mi piel mientras deposito las rojas bolsas en la nevera, en un lecho de escarcha compartido por un corazón de latidos imperceptibles, casi azulado.
Un suave soplido forma remolinos de puro frío y la gelidez permite un leve espasmo que agita mi sangre en la bandeja.

El sentimiento de extrañeza se agota al cerrar la puerta, respirando por el simple recuerdo de que debería hacerlo, prestando aliento a la mirada serena de quien es ajeno a los sentimientos.

Una mirada al cielo me enfrenta con la luna, azul como el acero de las corazas rotas que dejo tras de mi, pieles de camaleón que crece con cada golpe, y piso el acelerador con la rabia de mil demonios, dispuesto a romper si hace falta, derrapando en las curvas de la sinuosa carretera de montaña, hasta llegar al centro, donde el encarnado dragón metálico respira al fin aliviado, lejos de las almenas rocosas que flanquearon el descenso.

Copa tras copa inundo mi alma, ahogando amor y resentimiento, necesidad y ausencia, cariño y discusiones. Una vorágine absurda que se rompe al alba, con una angelical presencia recortada en el deslumbrante brillo de la puerta abierta.

Las diabólicas amistades de una noche de tequila se apartan cegadas por su brillo, y las lagrimas arden al contacto del hielo que porta su mano, Un témpano cuyo interior contiene la esencia del murciélago en que me he convertido por esta noche.

Dispuesto a lanzarme al abismo, un ángel enfundado en cuero me vuelve a izar y me entrega el helado cofre de los antiguos inviernos, para que haga lo que crea con el, para que me rinda o luche.

Latidos casi olvidados retumban como un alud en mi pecho, y el sol hiere mis ojos que siguen desesperados sus pasos.

Un juramentado personaje distinto al de anoche trata de levantarse, inútilmente, pero la semilla ha vuelto ha ser plantada, la esperanza hace sangrar de nuevo mi corazón, y sin verlas, se que mi nevera se encuentra empapada de sangre, una vez rotas las bolsas.

Sea el que sea el futuro, lo deberé enfrentar con mis alas desplegadas al viento del cruel sol que me retiene prisionero.





Le robo una frase a Belen Arjona, "sangre en la nevera" para una paranoia total, enfrentamiento entre criaturas que pueblan el hueco entre cielo e infierno, donde blanco y negro se mezclan en miles de tonalidades, pero todas son grises

Life Is a Lemon (And I want my money back)

Prometido es deuda, y hay va esa pedazo de cancion, con desbarre en directo incluido, y angelita y demonia sexys y todo

se que la cancion seran 2 minutos y algo y el video son 7:28 pero al colega se le va la pinza mogollon...




Rcomendacion.... 3:39, hay empieza el trozo de cancion mas glorioso que haya escuchado y que resume cualquier mal momento, cualquier penalidad pena o tristeza....
todo lo chungo que pueda existir en una frase final (4:40) "¿y el futuro? jodido, metetelo por el culo"