martes, 4 de noviembre de 2008

Contratos firmados con sangre

El antiguo callejón ya se encontraba lleno de cartones y porquería, sin que ningún operario se atreviera a reponer las bombillas de la pared por la peste a orines.
Con esas condiciones no necesitaba remilgos para deshacerse del cuerpo inerte, con soltarlo en aquel montón de desperdicios bastaría para que pasaran semanas, hasta que algún otro indigente pasara por allí.
Incluso entonces ya se vería si alguien alertaba a la policía.

Aquella sangre le había dejado un regusto amargo y desagradable, alejado de su alimentación habitual, pero no podía evitar los nervios antes de hablar en publico y que mejor forma de aplacarlos que un pequeño desahogo.

Recogiendo la bolsa de deporte pasó al edificio y discretamente acudió a cambiarse al baño. Como ya había aprendido, la sangre era imposible de limpiar de sus trajes, y mientras se ajustaba la corbata, se podía permitir ensayar la mas seductora de sus sonrisas en el espejo, tan irresistible como siempre.

Era la vuelta a su escondite como esforzado ejecutivo trabajando de sol a sol, maldición si le hacía falta ver la dorada perdición, su capacidad hipnótica era el mejor salvoconducto al éxito directo, y el despacho ofrecía para los de su especie un reposo más digno que los ataúdes de las películas.

En breves momentos podría fusionar su pequeña pero emergente compañía con aquella multinacional, una jugada difícil de asimilar por los mercados, pero ya se encargaría de persuadir a varios expertos bursátiles de influencia sobre cual era el caballo ganador.

Impoluto y orgulloso de su porte, saludaba a los consejos de administración y se disponía a realizar la presentación, sin dejar de posar la vista en la joven ejecutiva, aspirante a presidenta de la otra compañía.... quizás por la noche se daría un capricho en dieta, relamiéndose de lo bien que quedarían sus colmillos clavados en el delicado cuello.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué guay! Otra de vampiros! Me encantas estas historias tuyas de colmillos y cuellos... ñam! jaja

Kaos Baggins dijo...

ñam ñam, tu acerca el cuello mientras hablo de vampiros y ya veras jajajaja

en serio, a ver si termino algunas que tengo varios colmillos rondandome la cabeza