sábado, 18 de julio de 2009

¿que hay detras de una mirada?

Para retornar aqui, no podia ser de otra manera, sino con un relato de una vampira... de Marie
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Mi nombre es Marie.... mis apellidos no importan ya, en realidad hace tiempo que ni los recuerdo, ni lo intento por lo que duelen.

Que sentido tiene el legado de una estirpe cuando has mirado al abismo y la oscuridad te ha devuelto tu rostro reflejado en el humo de las cenizas del futuro.

Tan solo queda huir, y tan solo se te ofrece una dirección, caer.
Aunque te niegues y corras, pero solo retrasas el momento.

Quizás me imaginéis apoyada en una barra oscura y envuelta en humo, con una jarra de cerveza o un vaso de alcohol en la mano. El diablo sabe de vicios en las atmósferas mas sórdidas.
Ese encanto bohemio de los seres autodestructivos, quejándose de su propia complacencia y disfrutando de las vistas por la pendiente, de su mundo yéndose a la mierda, y celebrándolo entre caladas.

Si, solemos esa imagen, pero no es el caso, estamos en un mes de julio soleado y caluroso, jovial incluso, anochece y me pongo mis mejores galas, exiguas de tela hasta la indecencia y afilando los colmillos, una leona dispuesta para dar inicio a la cacería.

Maldita y superviviente, ambas cosa en contra de mi voluntad, soy lo que llamáis vampira.

En el imaginario popular se asocia a los vampiros al frío invierno, donde su palidez pase desapercibida entre pesadas capas de pieles y la timidez de las luces en tiempos de miedos y magia.

Pero el verano, aunque reduzca nuestras horas de “vida” las convierte en un orgasmo de placer gloriosamente sublime.
El sol sigue huyendo de nuestra luna protectora y los encendidos ánimos de la gente les hace ofrecerse descuidados ante nuestros colmillos.

Mientras entro en el ascensor para salir a la noche, el vecino clava su mirada en mi escote, voluntariamente exuberante, una trampa de miel para incautos golosos.
A él tan solo le costará una discusión con su ofendida mujer, pero quizás otro día comparta el final de mi cacería de esta noche, no lo mordería por placer, sino por venganza de todas las jóvenes a las que el devora con la mirada y sus rápidas manos. En ocasiones no si cual de los dos es pero depredador.

Los neones dan lugar a días oscuros entre copas y músicas frenéticas, hasta que algunos incautos se prendan del cuerpo incorrecto. Como un animal de la sabana, la presa mas lenta es seleccionada, en este caso además, la presa que demuestra peor educación, la más prescindible para la manada, aunque es importante que no se encuentre totalmente ebrio, si el alcohol de mala calidad ya es insufrible por naturaleza, a través de la sangre caliente se vuelve un tormento aun mayor.

Una balada marca el final del proceso, y los cuerpos se acurrucan, un beso en el cuello cierra la trampa, y sus ojos se cierran mientras mis colmillos se marcan.
Los oídos captan un leve ruido al rasgarse su piel, imperceptible para el resto por la música, y su organismo genera adrenalina suficiente para insensibilizar un elefante, alarmado por la intrusión y estimulado por las sustancias que le penetran a través de mi saliva.

Sus ojos se tornan en un éxtasis que todos confunden entre embriaguez y el placer carnal, pero el único autentico placer es sanguíneo y me pertenece, mientras sorbo el alimento de sus venas.
Mi sangre esta corrupta por ancestrales maldiciones y se evapora, desaparece por mis poros, como un mal recuerdo, al igual que el leve contacto con el sol la inflamaría en mis capilares, de ahí el origen de la leyenda sobre nuestra debilidad.

Aquí en el pub de moda, simulando ser una de tantas turistas pálidas en busca de fiesta y amor rápido, puedo satisfacer mi sed sin peligro, rodeada de gente que no sospechara nada, ni siquiera cuando el chaval se quede adormilado en sofá, con sus amigos mofándose por no rematar la supuesta faena.
Verán su entrepierna mojada y todavía se reirán mas de él, confundiendo la orina provocada por el terror absoluto. Pero él jamás confesará lo que ocurrió en realidad, que fue mordido y sorbida su sangre por una vampira.
Al menos no lo hará ni no le gustan las habitaciones acolchadas.

Si, el verano es una buena estacion para una vampira liberada.