Aunque claro, de la norma a la realidad distaba un mundo.
Falda te tablas, que causaba rubores en el resto de compañeros al estar subida por encima del reglamento, muy por encima, corbata floja y chaqueta olvidada en un banco.
Definitivamente solo faltaba mojar la camisa para completar el cuadro.
Y eso es lo que pasaba allí en medio de la plaza, con el bullicio de la gente saliendo de las tiendas y entrando en los pubs, todavía con el sol calentando los ánimos, ansiosos de sus rayos, y aquella fuente.
Todo el suelo una rejilla, con arcos de agua formando un pasillo que se deslizaba caprichoso, y los jóvenes saltando por dentro, riendo sin parar.
No se me ocurre una imagen mejor para explicar el principio del verano, mientras disfruto de una buena pinta fresquita al sol.
