El tiempo se tomo media hora libre, miro a otro lado,
y los duendes, trasgos y brujas, aprovecharon el descuido.
Seres que no habían saboreado el aire ni visto el sol
desde que el hombre cambio la imaginación por las tuercas.
La luna había hechizado al sol para que no les viera,
y cuando fue consciente del engaño les persiguió.
Aunque algunos lograron esconderse entre nosotros,
enmascarados y ocultos por sus capas.
Temedles siempre que no encontréis algo en su sitio,
si respiráis, mirando con calma a vuestro alrededor,
quizás les veáis sonrientes, escondidos tras una esquina
con aquello que buscáis.
Otros prefieren susurrar a vuestros oídos,
inspiraros las ideas mas locas, pero también son traviesos,
y si les seguís no se quedaran a ver las consecuencias,
se reirán desde lejos, de vuestros infortunios.
La foto pertenece a la entrada del teatro nacional de Vilnius (Lituania, of course, que ganas de ir para alla)
5 comentarios:
qué mundo,
el mundo de los duendes... siempre me gustó.
muy salió muy lindo, Kaos.:)
quería decir que te salió muy lindo,jaja,
fue un duende travieso, que me enredó... jejeje
El tercer párrafo me ha recordado al instante la introducción de Tommyckokers, que ahora no recuerdo cómo era exactamente (debí leerlo hace quince años), qué curioso.
No sé si habrá duendes o trasgos por ahí escondidos (si se ríen de nuestros infortunios tienen que tener la mandíbula desencajada), lo que seguro no está escondido son las jodidas tuercas.
Tommyknockers quería decir, la novela de S. King, vaya.
supongo que el subconsciente se me iria al monte como siempre
vigilad vuestros teclados, igual veis algunos trasgus saltando entre las teclas
Publicar un comentario