miércoles, 10 de enero de 2007

No siempre es bueno recordar

Apuro las caladas del cigarrillo en las penumbras de mi despacho, apartando levemente las hojas de la persiana para observar los últimos rayos del sol del atardecer, y como dan a las nubes un rojizo sangriento, como si conocieran lo trágico de mi animo en estos momentos.

Debería encender la luz y trabajar en el caso, pero malditas la ganas que tengo de hacer nada en esta noche plomiza, a las que nada ayuda el ambiente envuelto en niebla que he generado con mi viejo amigo de tabaco negro.
Sue afirma que me terminara matando, ¡ja!, si supiera lo que me importa eso en estos momentos, al fin y al cabo todos tenemos cadáveres escondidos que tiran de nosotros, pero los míos empiezan a ponerse pesados.

Arrojo la colilla al cenicero, y enciendo la pequeña lámpara de la mesa, mientras me siento y saco la botella de whiskey del cajón. Al levantar la mirada observo la foto de la carpeta, y la volteo fríamente, para no ver la imagen de la belleza diabólica que encierra. Esto hará que llene el vaso más de lo acostumbrado.

Respiro hondo y pulso el play de la pequeña grabadora, estos japoneses lo hacen todo cada vez mas pequeño, casi añoro mi viejo cuaderno, pero claro, entonces nunca encontraba las hojas que buscaba. Ahora que lo pienso, tampoco mañana encontrare esta cinta dentro del cesto donde las apilo.

Otro sorbo al vaso, y mi mente se retrae a un mundo interior, llevado por los sonidos de la cinta, recuerdo como el muy iluso me encargo investigar el paradero de su mujer, de la que no sabia nada desde hacia una semana. Nos conocíamos desde hacia muchos años, ambos habituales del local donde ella jugaba a estrella de la canción, hasta que decidió que ni su talento ni sus ganas de trabajar eran los adecuados para continuar por ese camino.
Sin embargo, el conocimiento nunca fue amistad ya que ambos, como casi toda la clientela disputábamos el mismo premio en la ruleta en que se convirtió aquel tugurio.

Cuando finalmente eligió al joven y prometedor periodista, y abandono el escenario, los parroquianos fueron desapareciendo del panorama, hasta que una noche jugué la ultima triste partida con el dueño, abandonados al alcohol y recordándola ambos.

Aquellos episodios quedaron enterrados en mi memoria desde entonces, hace 10 años, y puedo decir orgulloso, que ni siquiera me percataba de su existencia en mi memoria hasta que me llamo para la investigación, localizándome por la guía telefónica. En cambio, tras remover toda la información que he encontrado, ahora los recuerdos aprietan mi cuello hasta cortarme la respiración, como parecer que la ocurrió a ella.

Ayer la encontré en un gélido congelador de la morgue, envuelta en aquel plástico, con etiquetas anónimas anudadas. Parece ser que la policía la encontró por casualidad en el fondo de un río, al norte de la ciudad, con visibles marcas de haber sido estrangulada. Otras pruebas que había reunido los días anteriores apuntaban a que había encontrado otro juguete, mas joven, más rico, y con mas ganas de dejarse manipular que su actual marido.
Y las evidencias en su cuerpo, le apuntaban a él como el autor del fatal desenlace. No me cabe duda que la policía llegara a la misma conclusión, pero mientras siguen los procesos oficiales se dará cuenta y tratara de escapar. Por lo que sé, ya tiene reservado un billete de avión para mañana a nombre de un antiguo seudónimo que utilizaba en aquellos tiempos.

Un nuevo trago al vaso refuerza mi convicción enfermiza, sopeso la pistola en mi mano y repaso mentalmente los pasos a seguir, todo parece claro, dar descanso a su recuerdo y utilizar la documentación falsa que he preparado para escapar con su propio pasaje mañana. Mi vida tal como la conozco quedara olvidada, pero tras la ultima semana y todos los recuerdos que ha despertado, el olvido será una dulce anestesia. Por lo visto ha conseguido su propósito, que todos bailáramos a su alrededor hasta cuando no se encontraba cerca.

6 comentarios:

Nathalie dijo...

Detectives, asesitatos, una huída...ummm...que buena pinta...me encantan las historias tipo cine negro y esta te ha salido redonda!! Y que decir de esa cantante, me recuerda a alguien jejeje...


más...más...

besos

Nathalie dijo...

HOla de nuevo!!

Te dejo un mensajito para decirte que espero ansiosa las próximas entregas y de paso estrenar mi nueva imagen jeje..

un besote!

Kaos Baggins dijo...

bueno, yo preferia a Alita Angel de combate, pero imagino que a ti te gustara mas este de Zinc :)

ayer comentaba por el mesenger que no tenia ni idea de como narices terminar la historia, que llevaba dias rondandome la cabeza, pero no conseguia pensar como cerrarla
hasta que mi cabeza vio a laura palmer embutida en el plastico y pense, me cargo a todos los personajes, por plastas y no dejarse terminar jajaja

lo jodio es que ni veia esa serie ni me gustaba, asi que no se por que se me habra venido esa imagen ¿?¿?

Absurdo Rutinario dijo...

Que peligro tienen los recuerdos. y quienes los generaron.

Pily B. dijo...

UM, ¡TREMENDO! Me encantan las historias "oscuras", ya me entiendes, de cine negro.

BRAVO, BRAVO!!

Más, más de estas. ;-)

Kaos Baggins dijo...

la verdad es que aunque me encanta el cine negro nunca me habia dado por orientar asi mis idas de pinza, y la verdad es que a mi tambien me estan molando jajaja