viernes, 21 de diciembre de 2007

Mascara de plata


Su cara marcada como las cartas de una vieja partida de poker, donde se han descubierto los faroles, pero el valor de lo apostado impide retirarse.
Diamantes por el color del fuego que abraso su antaño hermoso rostro, reina por su pasado, prometedor de un supuesto futuro tan lejano como la realidad, que se demostró amarga. Esa fue su carta y lo seria por una ocasión más

La mascara nacarada oculta por una noche su vergüenza y la venganza, permitiéndola ejecutar su olvidada alianza, hora de cobrarse las deudas pendientes, el depredador que busca su presa incauta en medio de la noche.
Incauta pero alejada de la inocencia, pues su victima también fue su lejano verdugo.

Fue la señora de aquella ciudad, gobernándola desde sus almohadas, deseada y admirada, sin titulo nobiliario alguno y nacida en pobreza, pero regalada por la belleza, la fortuna y la astucia.
Tres regalos que la recogieron en el mundo y la llevaron de la mano por senderos escarpados, tratando de sobrevivir, comiendo gracias a vender su cuerpo, pero siempre selectiva pese al hambre.

Su ambición se unió a las innatas condiciones siendo la más deseada de la corte, abriendo las ventanas de su casa teñida de azul, y mostrando las flores que invitaban a sus discretos visitantes.

Entre jadeos, el movimiento de unas delicadas caderas gobernaba y mandaba, fueron los tiempos de vinos lujosos, de joyas inaccesibles y pieles exóticas, de opera, bailes y desenfreno.

La entrada en un salón provocaba murmullos de las ofendidas y mojigatas señoras, que no daban a sus maridos más que respetabilidad, pues ella les otorgaba placer, vida y hasta consejo, pues no mas de una personalidad la consultaba sus negocios e incluso aspectos políticos.

Desde la cúspide una chispa prendió su baraja, la edad empezó a mellar su poder, pero incluso así hubiera tenido una madurez placida, rodeada de la riqueza que sus regalos la brindaba, casi podía acariciar el titulo de condesa de su mansión azul, cuando aquella celosa arpía prendió fuego a su casa.

Todos la dieron la espalda, repudiando sus antiguos contactos, dejándola que se hundiera en el fango del que una vez nació, y el mundo continuo girando, tras apartarla de su camino.

Ahora podrían respirar aquellas mujerzuelas, ahogadas en su soberbia, aunque muchas de ellas recurrieran a muchachos de similar condición a la suya, en especial aquella que provoco la tortura que ahora significaban los espejos, desterrados por siempre de sus paredes.

Lo que no tuvieron en cuenta es que la fiera más peligrosa es la acorralada, y aunque bien alimentada parezca amansarse, si es atacada recupera sus instintos.

Tras llegar deliberadamente tarde, para no cruzarse con nadie sube las escaleras de mármol, rozando la mano por el rojo terciopelo, un ultimo recuerdo de los buenos tiempos, y se acomoda en su butaca, la peor del teatro, y aún así fuera de sus posibilidades, conseguida tan solo tras acostarse con el obeso responsable.
No importaba, será la ultima humillación, y su venganza limpiara las afrentas.

Empezada la obra, una representación insulsa pero que ha reunido a todas las personalidades por el renombre de su autor, empieza la cuenta atrás. Se levanta y arrastra sus pies de vuelta a los vestíbulos, donde prende fuego a todos los cortinajes.

La amplia cantidad de madera y telas hace el resto, un infierno rápido y justiciero, una enorme pira fúnebre, ultimo lamento de una condenada, que en su postrera voluntad pide al diablo que acoja en su seno a todos los hipócritas que un día la izaron al altar para después olvidarla.

Sabia que la en unos momentos la recordarían, que aquella que la daño reconocería las llamas que ella misma prendió, y que el fuego no se sofoca al apagarse las llamas, no el de la venganza, y que guardo los rescoldos que abrasaron su cara en un rincón del corazón, para usarlos allí, en ese momento, para gritar al cielo que los repudiara a todos.

Aquí debería haber ido la canción "la casa azul" de duncan dhu, pero no estaba en el youtube :(
Así que he decidido optar por esta otra, sin motivo alguno, simplemente que la canturreaba el otro día

2 comentarios:

la cónica dijo...

mi casa no es azul, pero por alguna razón, me recuerda este post a la de algún vecino.

no me arrepiento. me encanta la canción y me asusta, a la vez...

besos y hasta la vuelta

Kaos Baggins dijo...

JAJAJA no cai en tus vecindario, pero si, puede recordar, si

y la cancion menos mal que no puse la de "mi novio es un zombie", que no veas que pintas :)