Ultima parada, al fondo del vagón de cola.
Nuestros ojos se encadenaron hace ya rato, en la ciudad, sin prestar atención a los acompañantes durante el trayecto, insulsos en comparación a una mirada de complicidad.
Los dos nos despistamos al bajar del tren, rebuscando en las mochilas, dejándoles ir para quedarnos solos.
Sin molestarnos en hablar, sin preguntas, tan solo nos agarramos de la mano y corremos a las rocas, donde el acceso al agua es más incomodo y por tanto una zona más discreta, tan solo perturbada por otras parejas como nosotros.
Pasión ciega, muda y ardiente, al sol de la mañana, amor incontrolable.
Jadeantes y exhaustos volvemos a mirarnos a los ojos largo rato después, recordamos en silencio como nos conocimos hace años, como entonces la pasión descontroló en tormentas.
Sabemos que nos es imposible mantener la llama encendida, lo hemos intentado tantas veces...
Una lagrima asoma en los ojos y nos pedimos perdón, por otra ingenua recaída más.
Recogemos y volvemos a la rutina con un “lo siento” ensartado en las gargantas.
Nos amamos y odiamos a tiempos parciales, sabemos que no podemos resistir el empuje de nuestros cuerpos, casi tanto como inaguantables son nuestras formas de ser.
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Ojeando el cuaderno de Liverpool lei varios "bocetos" de relato sin terminar, uno de ellos es el que aparece como primavera.
Copiando a "La conica" su idea de las 4 estaciones y con aquel viejo relato en mente, recupero otro que nunca terminé, invierno, y subo la apuesta con otros dos amores estacionales
4 comentarios:
Qué buena serie, Kaos! El invierno me ha encantado, el calorcito que has buscado...
A veces no hay vuelta atrás ni aún deseándolo fervientemente, el tiempo que a veces es un aliado, otras, no lo es tanto.
Me gusta como escribes, con tu permiso, volveré :)
me alegro que te gustara el invierno meri, por que con el tiempo que hace que escribi el principio.... ya me alegro a mi terminarlo
estas invitada cuando quieras dianna_, y gracias por la visita
me temo que al final somos nosotros los que a veces tenemos la lucidez de aliarnos al tiempo y otras nos obcecamos en ir en su contra, estrellandonos sin remision
La serie está genial..el del verano, me ha encantado...literatura de la buena!
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