martes, 30 de diciembre de 2008

Labios de caramelo

Recojo una lagrima de tu mejilla y veo en ella reflejados tus labios de caramelo, cruel mundo este que es capaz de torcer una sonrisa en lamento, y exprimir dos luceros hasta que caen las gotas de su esencia.

Miedos recorren mi espalda al notar tu voz quebrarse, y haría gritar la guitarra que no se tocar, rodaría por la pendiente que no se esquiar, y bailaría la salsa en la que siempre doy saltitos si pudiera restañar las heridas invisibles.

Reluciente campanilla, toma un diente de león del suelo, y sóplalo con tu última uva alzada, pídele tu deseo a la luna.
Como en la canción, mis doce uvas serán doce soldados, sin tropiezos ni traspiés, que se amotinaran al destino para asaltar el año nuevo y con la misión de cumplir deseos, y como dice la letra, “No hay doce espinas que no traigan con el tiempo alguna flor”.

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Le vuelvo a tomar "prestada" una canción a los chicos de zamburiel, a los que no me cansaré de recomendar que los escucheis (y a ver si me puedo acercar a otro de sus conciertos), para soplar un deseo al aire con este texto y su dedicatoria especial, y la esperanza de que los caminos no nos cambien, y el 2009 muestre sendas libres de niebla y que campanila disfrute su vestido dorado, y ya puestos a pedir, que me deje verlo :)

domingo, 21 de diciembre de 2008

Romper un espejo da 7 años de mala suerte

Lunes, 7:30 de la mañana.
Con los ojos doloridos por el sueño me encamino al espejo, resignado al agua fría que despeje mi cabeza y engañe al sopor para un nuevo día, “ilusionado” por la rutina habitual, ducharme afeitarme, el traje, la oficina...
En fin, vayamos paso a paso que luego nos aturullamos.

Un vistazo al espejo devuelve una imagen francamente deplorable..... ummmm... ¿acabo de sonreír? Espera, creo que el sueño me esta jugando una mala pasada, ¿desde cuando tengo esa mueca de malicia? Por que mira que me queda como una patada.

Espera, me estoy yendo de vuelta a la habitación, llamando a Diana, pero eso es imposible, por supuesto debo estar soñando, y mas bien parece una pesadilla, el caso es que veo delante mío el baño con todo lujo de detalles, aunque un poco como si lo viera a través de un cristal, y en cambio al mirar a mi alrededor, es como si hubiera lagunas.
Es increíble lo que podemos llegar a soñar, aunque me resulta extraño, todo demasiado real.

Y ahora vuelvo a entrar, después de un apasionado beso con Diana en la puerta del baño. Otra vez esa insidiosa sonrisa tras cerrar la puerta, y de repente empiezo a hablar, bueno, mi reflejo, el que ha sido capaz de salir, ¿por que yo me he quedado mientras aquí parado? Pero no mira al espejo, al menos no directamente, no logro verme los ojos.

Espero que no te lo tomes a mal, no es nada personal, tan solo me encontré atrapado hace años como tu, en otro espejo, y cuando hoy he podido saltar al tuyo y colarme en tu cuerpo he visto la luz.

No intentes salir del baño, tu terreno ahora mismo es el reflejo que se ve allí, y desde luego no tengo intención de contarte como dar el salto, ya lo descubrirás si eres listo dentro de tiempo, el suficiente para estar alejado de ti, ahora lo mejor es que te tape con esta toalla y convenza a tu novia de cambiar el espejo.
Bueno, quizás fuera mejor llamarla “mi novia”, ahora que estoy en tu cuerpo, y por cierto, que tienes buen gusto chaval, tiene un culo de infarto. Eso ya lo sabes, pero te lo agradezco, ya que ahora disfrutare de ella a menudo.

No puedo creer la pesadilla que está generando mi cabeza, debo dejar el vino por las noches, pero cuando tapo... tapa.... ¡lo que fuera!, cuando la toalla cubre el espejo, lo hace hacia mí, dejo de ver el baño, y siento caer la tela sobre mis hombros, puedo notarla en mi espalda, y sin embargo no logro apartarla, como si fuera una cortina de acero.

Esto es una locura, es imposible, me despertare pronto, y solo quedará el sudor frío en mi espalda, aunque cada palabra que escucho fuera sea una tortura.
Esa cosa, ese “ladrón” se regodea haciendo el amor con ella en el mismo baño contra la pared. No, no la conoce, eso no es hacer el amor, la esta fallando, la esta violando aunque ella disfrute, consienta, creyendo que soy yo, y cada jadeo se clave en mi corazón, las exclamaciones, los gritos de placer me vuelven loco y solo puedo llorar, chillar sin que me oigan.

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Ese bastado no ha logrado convencer a Diana para deshacerse del espejo, a fin de cuentas estaba nuevo y ella es muy supersticiosa, como atreverse a romper en pedazos un espejo así. Gracias a dios por esas supercherías que tantas veces la critiqué.

Mi ladrón particular ha conseguido en cambio trasladar mi encierro al trastero, lejos de peligro pero también apartado de cualquier escapatoria, convirtiendo mi mundo en un revoltijo de bicicletas, libros polvorientos que ni siquiera puedo abrir y el vacío de la soledad.

De vez en cuando baja hasta aquí, no se si como penitencia por lo que ha hecho o para regodearse, por que aunque suele disculparse, después me martiriza contándome con todo lujo de detalles sus aventuras con “mi novia” en la cama, incluso el muy sádico me enseño la lencería que la había comprado y relato como la había dado placer en el probador de una tienda, viciándola en practicas morbosas en publico.
También me describe como la pone los cuernos con cada joven que consigue que caiga en sus garras, haciéndome daño en la forma en que se lo hace a ella, lo único que me queda en el mundo real.
Después suele irse entre carcajadas crueles.

Vuelvo a oír el ruido de la puerta, y entra ella, tan bella y radiante como siempre, se me ocurre que podría escapar de aquí si lograra que se miré en el espejo y saltar como me ocurrió aquel día, pero de inmediato me doy cuenta que seria condenarla a la misma tortura, encadenarla a ser un reflejo vacuo sin vida autentica.

Entre mis dudas dejo escapar el momento en que se mira para colocarse el pelo, supongo que al mirarse se ha visto a si misma, que hubiera podido saltar, pero que los remordimientos me lo han impedido.
Y de repente caigo en el error, si hubiera saltado después solo habría necesitado obligarle a mirarse en el espejo, lo que tanto evita, y nos devolvería a ambos a la normalidad, pero lo he pensado tarde, ella ya se dispone a salir empujando la bicicleta.

Al abrir la puerta le veo llegar, insistiéndola en que no hacia falta que bajara, que ya se habría encargado él, por supuesto para no darme opción a escapar.
Al salir me dirige una mirada furibunda mientras la soba el culo, regodeándose en el mensaje, no permitirá otra oportunidad como esa.

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Un mes después me encuentro hastiado de todo y al mismo tiempo privado de un final que también ha pasado por mi cabeza, ni tan siquiera el suicidio esta a mi alcance.

Ruidos en la puerta indican que alguien entra, de forma apresurada, descuidada.
Al entrar la luz distingo dos figuras besándose apasionadamente, hombre y mujer, presuponiendo quienes son. Ese mal nacido parece que tiene intención de restregarme otra vez lo que esta haciendo con mi vida.
No quiero ni mirar, asqueado por todo, cuando de repente un reflejo en sus rostros me hace ver que no se trata de mi torturador, aunque ella si es Diana....
Vaya, parece que la pendiente de perversión por la que la han lanzado la ha llevado a decidir ponerme los cuernos, bueno, mas bien po0nerselos a él, o a ambos, no se como se describiría esto.
Tan solo puedo llorar, impotente por todo lo que tengo que ver ocurrir en mis narices, aunque ellos seguramente se verían a si mismos.

Al terminar ella se arregla y sale picara, pidiéndole que espere unos momentos y salga con cuidado.

Le veo arreglarse la ropa y empezar a peinarse, cuando repara en el gran espejo de baño apoyado en el suelo.
Se acerca a mi, comprobando como ha quedado el pelo, es el momento de huir, sin remordimientos esta vez.

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El conocimiento de la aventura de Diana me ha sido muy útil las ultimas semanas, con un poquito de la astucia que me falto hace tiempo he averiguado que estaba harta de las costumbres sádicas de mi impostor, motivo por el que no me costó convencerla para fugarnos, desinhibida por este tiempo de lujuria, convertimos la huida en una luna de miel sin fin, entregados a la pasión.

El espejo lo trasladé con cuidado a su lugar original en el baño, con cuidado de no mirar mi reflejo a los ojos, percatándome con regocijo que el nuevo espejo era muy parecido tanto que posiblemente nadie se daría cuenta hasta mirarlo con detenimiento, cuando sería tarde.

Le expliqué al nuevo cautivo lo suficiente, que debía esperar a que el dueño de la casa se mirara al espejo para huir saltando.
Se que no me creerá de primeras, pero le insistí lo suficiente, a fin de cuentas la propia realidad de verte allí encerrado sería suficiente para cometer acto `por irracional que pareciera.

Las instrucciones incluían de forma estricta que una vez lograra saltar debía romper el espejo en mil pedazos. Desconozco si lo habrá logrado, pero no me iba a quedar a esperar, ni mucho menos conozco el efecto que tiene la rotura pero espero que lo acabe con esa maldición para siempre.

Diana se acerca a la piscina con dos caipirinhas en la mano, a veces confiesa que hecha de menos al tipo con el que casó, pero que se volvió medio loco, y que yo le recuero a él al principio..... si supiera toda la historia.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Conversacion al ocaso



Andrajoso y maloliente, totalmente cubierto su cuerpo de pedazos de telas dispares en una amalgama desagradable y sucia, tal era el aspecto del personaje que se sentó pesadamente sobre la roca a orillas del río, con el crujido de unas rodillas que habían caminado demasiados años.
Finalmente apoyo su alto cayado en el suelo, con el extremo superior también envuelto en un enorme bulto informe, junto al pesado macuto que antes portara cargado a su espalda..

Parecía imposible que pudiera ver algo por entre las telas que impedían ver su rostro, pero allí se encontraba, cara a cara con el ocaso, en un hermoso y sereno paraje del que por supuesto desentonaba.

Junto a el, y a la vez alejado tanto en distancia como en esencia, se encontraba un joven ya con madura sobriedad pero aún conservador del ardor de espíritu y la fuerza, salvo por las indignas cicatrices de su espalda, y con sus ojos ardientes también dirigidos al anaranjado orbe que se ocultada tímido y ruborizado ante sus espectadores.

Antitesis uno de otro, pues el joven desprendía la energía pera la que su compañero era agujero negro, uno cubierto apenas sus zonas púdicas y el otro invisible tras capas de abrigo. Por un segundo giraron sus cabezas al unísono, observándose en silencio para de nuevo ignorarse durante minutos, embelesados por la belleza del atardecer.

Mientras un lejano pescador terminaba de recoger sus aparejos para marchar, el joven abrió al fin la boca:

- No se puede negar que al viejo le salieron bien los atardeceres.

- Cierto, aunque si te oyera no tengo claro que pensaría...

- Tranquilo, el también se queda todas las tardes mirándolo, no es peligroso a esta hora. Ya sabes que conocía bien sus costumbres.

- Aun así, si piensas continuar muchos siglos con esta costumbre, deberías tomar mas precauciones.

- ¿Para qué? ... Y amargarme como tú, disfrazándome de leproso, nadando en inmundicias, solo para ver como se esconde tu condena. No, gracias, siempre afronté los problemas de cara, y ya somos mayores para cambiar.

- Claro, claro, y bien que te fue con esos métodos, o necesitas que te recuerde por que deberías evitarle y como resulto vuestro ultimo enfrentamiento directo.
Al menos puedo presumir de la rebeldía, no como tú. Eternamente encadenado a esa lanza y esa copa, que debes ocultar escondidas, pues si los monjes las descubrieran te apartarían de tus preciados tesoros.
Pero no te preocupes, no estoy aquí para pelear, dime, ¿has logrado descubrir como revertir la maldición?.

- No, lamentablemente las pistas siguen ocultas. En algunos monasterios puedo recuperar parte de las historias, piezas de antiguas profecías, pero nada que aclare que debo hacer,
Si tan solo hubiera estado quieto como ahora aquel atardecer, pero no, tenia que clavar aquella lanzada en su costado y después burlarme bebiendo su propia sangre en la misma copa que Él usara la noche anterior.

- Una mala elección, desde luego, entraste en comunión con poderes que no entendías, y aquí estas, escondiéndote de la luz, y alimentándote como aquella noche, de la sangre de los desafortunados que se te cruzan.
Créeme que lamento tu condena, aunque no pienses que te vaya a ayudar, a fin de cuentas Longines es uno de mis mejores suministradores de almas.

- Lo se, “mentiroso”, es curiosos que “el dador de luz” sea tan aficionado a los atardeceres, supongo que es una cruel ironía, pero no te preocupes, la lanza me habla a veces, se que no siempre podré ocultarme en harapos, la lepra pasara, pero yo continuare, y algún día descubriré como vengarme, no solo del pez gordo, sino también de ti y tus burlas.

- Como quieras, en cualquier caso el sol ha desaparecido, y ambos debemos marchar, tu a alimentarte cuando te puedas quitar todo eso, y yo a mis dominios, alejado de estos paraísos que me están prohibidos.


Sin mediar más palabra, ambas figuras se fundieron con el aire, no desapareciendo, sino mas bien como si jamás hubieran estado allí.
El pescador, ya camino de su hogar cargado de aparejos, dudo por un instante, jurando que antes hubiera algo encima de aquella roca, pero sin poder recordarlo terminó por continuar su camino.



Cuentan algunas leyendas que Longines, el romano que clavo una lanzada en el costado de Cristo en la cruz se apoderó del santo grial, y que bebiendo de el la sangre que caía se convirtió en el primer vampiro, anterior incluso al propio Vlad Drakul.
Aunque prefiera más la leyenda transilvana, y puestos a añadirle edades al mito lo haría anterior incluso, independiente del cristianismo, esta vez he usado esta vieja leyenda, ubicando una conversación entre Longines y Lucifer en tiempos de la lepra, la plaga que asoló Europa, y que por que no pudiera provenir de las infecciones de un mordisco de tan malsano ser.

Además, aunque originalmente no fuera un dialogo, este encuentro es el que rondaba mi cabeza desde que vi estos atardeceres en el blog de Meri, y ya tocaba finalizar la historia.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Reencuentro

Paseando por el parque donde jugara de niña hace tantos años, Silvia Montenegro sentía aflorar los recuerdos, de aquellos años felices y lejanos.

Con la rodilla en el suelo, se recreaba en deslizar su mano por entre las hojas rojizas del otoño que inundaban el suelo, formando nuevos terrenos en las olas caprichosas, y apretujando algunas al azar mientras las notaban quebrarse en mil pedazos entre sus dedos.

Su otra mano permanecía apoyada en el árbol, aquel al que acudiera con sus amigas y una pequeña navajita, para marcar los nombres de sus enamoramientos juveniles.
Casi podía notar todavía las letras en su palma, sin siquiera mirarlas, como si aún pudiera recordar la geografía de aquella corteza casi sagrada para los juveniles corazones.

De repente algo la sobresaltó, una sensación de estar siendo observada, y al levantar la mirada, buscando sin saber el que, descubrió una reluciente cámara fotográfica, posiblemente recién estrenada, y que escondía tras de si una gruesa bufanda de lana granate, a juego con el gorro.
La dueña, armada con una sonrisa azarosa se apresuro a disculparse, dispuesta a que sus mejillas completaran el colorido conjunto de los accesorios.

Al girarse sin embargo, volvió a llamar su atención, un ajado llavero, quizás anónimo para el resto de la gente, pero que despertó su memoria, evocando esos mismos ojos que hacia unos instantes se habían apartado del visor de la cámara, pero que tanto tiempo antes rezumaban complicidad.

Aventurándose a llamarla por un nombre olvidado, obtuvo como recompensa una sonrisa, picara y juguetona como entonces, antes que Rocío y Silvia se sentaran en la roja alfombra, a la sombra del árbol, como tantas otras veces, dispuestas a recordar y beber los vinos de la memoria, envejecidos en la barrica de los corazones.

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Espero que Xicila y Meri me permitan el pequeño sacrilegio de versionar sus respectivos cuadro y fotografía, con este texto.
Personalmente me permito preferir sus imágenes.




viernes, 12 de diciembre de 2008

Pasaporte al infierno



Aquellas almas torturadas pasaban incesantes, arrastrándose por entre las gritas de las rocas, hasta inundar los suelos.
Esencia de muertos anónimos, pues una vez traspasadas las fronteras del aliento, pocas señas de identidad son mantenidas, al menos no aquellas que no merezcan permanecer inmutables.

En su asiento de roca, encadenado por inexistentes responsabilidades, hacia sonar el cuerno con cada llegada, anunciando el goteo de almas diversas de toda índole y condición.
Llevaba allí más tiempo del que pudiera recordar, como también olvidó los pecados que le llevaron a tal penitencia, mudo, sordo y ciego, con su cara deformada en una lisa capa metálica, fría e insensible, así como carente de todo rasgo.

Le hubiera gustado chillar a todos esos infortunados que se arrepintieran de sus actos, clamar al cielo que se detuviera la rueda del mundo, pero le estaba vetado tal acto de rebeldía.
Sin amenazas, imposiciones ni ruegos, tan solo era su función, la única que lograba recordar, y así bramaba su cuerno, franqueando el paso al oscuro río, antaño denominado Estigia, a aquellos que eligieran los tortuosos caminos, y que cruzadas las aguas sufrirían no solo castigos, sino la futilidad de sus pecados, cuando se hallaban rodeados de semejantes.

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Me recomiendan visitar la pagina de Javi “Moléculas”, y tan solo la primera ilustración de portada, ya me basta para cautivarme.
No dudo que me perderé por sus rincones, pero espero que este pequeño texto sirva como homenaje inicial, y que más gente se anime a visitar la pagina, que desde ya se encuentra entre mis favoritas.

Dibujantes.org - Javi "moléculas"

martes, 2 de diciembre de 2008

Huida al sol


El ocaso teñía cielo y tierra dando forma a un mundo inflamado en rojo fuego y negras sombras, frontera entre vigilia y pesadillas.

Su resuello escapaba a borbotones, huyendo despavorido de los pulmones a cada zancada, directo al horizonte donde el traicionero orbe se escondía cada vez más lejano.

Tanto tiempo corriendo castigaba sus piernas, y hacia ya que las punzadas se tornaran en fuertes dolores, pero no podía parar, el destino de los suyos dependía del tiempo que ganara, de cuanto lograra alejarse antes del ultimo rayo de luz.

Hasta ese momento el plan se había mostrado impecable en su sencillez.
Aprovechando la luz más intensa para internarse en sus dominios y hacer arder la morada del señor vampiro, para después salir corriendo al limite de su capacidad.

La mente de un vampiro común es simple, guardan un rastro obsceno de individualidad, de la persona que asesinaron, usurpando su cuerpo y alma, pero el rastro es leve, irreconocible a veces.

Mientras que toda iniciativa y pensamientos complejos parten del señor que diera lugar al foco de maldición. Lores oscuros renegados de cualquier fe, de origen enterrado en las brumas del tiempo.

El fuego cumplió su propósito, concentrando a todas las criaturas en la defensa de su amo, sofocando las amenazantes llamas, para después iniciar los preparativos de la persecución y castigo.

No fue difícil de localizar, nunca se preocupó de borrar el rastro, solo de correr más rápido.
Tampoco les costó alcanzarlo, pues en las sombras de la penumbra sus poderes les prestaban arcanos apoyos, y en ese terreno fronterizo del anochecer ya le acosaban esquivando los restos de luz.

Sin duda era la presa de la cacería, una liebre indefensa y ofrecida al festín de los furiosos perros azuzados hasta la rabia.
Pero el plan no estaba concebido para escapar, solo para obtener tiempo, para permitir alejarse a los suyos en dirección contraria.
Correr en dirección al sol tan solo le reportaría unos instantes de luz extra, pero era todo lo que tenía, y a ellos les resultaría especialmente irritante.

Podía sentir los agudos chirridos desde las sombras del camino, en aumento según estas se alargaban, hasta que ahora lo dominaban casi todo.
Trastabillándose alcanzo el borde de la loma, dejándose caer hacia abajo, rodando sin casi sentir las heridas por puro agotamiento, olerían la sangre y se alterarían aún más si era posible.

De nuevo abajo siguió corriendo ignorando los avisos de su cuerpo, con el caliente regusto de la sangre en su boca.
Estaba muerto, y lo sabia, solo era cuestión de tiempo y se acababa.

Solo unos segundos más, las ascuas se apagaban en el horizonte difuminando las figuras, mientras diminutas luces poblaban la oscuridad, cientos de ojos ansiosos y preparados.

No le matarían todavía, lo arrastrarían hasta su señor, que se alimentaría de él lentamente, saboreando cada gota, cada grito. Pero no le daría el gusto de las suplicas, ya se había cortado el mismo la lengua, depositándola al inicio del camino como una burla final, todo por evitar que prestaran atención al resto de la gente.

El ultimo haz de luz se escurrió enfriando el resplandor y sus fuerzas le traicionaron, postrándolo sus rodillas en el suelo, entregado y abiertos los brazos en cruz, con un bramido a la ausente luna.

La noche se convirtió en mortaja de afiladas garras, y el aire en colmillos, destrozándole con la rabia de un huracán.

Si pudiera reiría, solo guardaba esperanza.
Su agonía sería lenta, pero deseaba que durara hasta que el vampiro descubriera la trampa.

Su sangre había sido envenenada esa misma mañana. No necesitaba escapar, por que ya estaba condenado en cualquier caso.
Un cebo mortal que se les había ofrecido apetitoso y al que nunca podrían resistirse.

La ultima mirada al cielo le devolvió las nubes, y en ellas dibujados los rostros de su esposa, muerta por las impías criaturas, y su hija, ojala a salvo con el resto del grupo.
Se despidió con la mente, orgulloso de haber caído firme, aguantando los dolores hasta apagarse el sol, desafiante hasta el final, para lograr el premio de la venganza.

martes, 18 de noviembre de 2008

Una guadaña escondida

Una bala,
Seis agujeros,
Cinco huecos,
Una guadaña escondida
>>¡¡CLIC!!<<
Una vuelta más al tambor,
Mareando a la fortuna,
Esquivando a la muerte.

Alrededor de la mesa se agolpaban las apuestas y el sargento recogía gustoso las ganancias mientras los nervios de los asistentes se aceleraban.
La timba de poker había sido desastrosa, dejándose mas dinero del que hubiera sido razonable poner en riesgo, y antes que enterrar el orgullo una ultima apuesta desesperada, su propia sien apoyada en el cañón, y el riesgo máximo.

>>¡¡CLIC!!<<
Una vuelta más al tambor,
Mareando a la fortuna,
Esquivando a la muerte.

Aquella noche iba a recoger a su prometida, y antes debía pagar el anillo de compromiso, su enlace eterno con la fortuna, y así un plebeyo esforzado de la carrera militar se alojaría en la adinerada opulencia de la acomodada familia de bien.
Pero claro, el futuro y el bello rostro de su amada bien valían el peligro, y el anillo le seria inalcanzable sin las ganancias de esta noche.

>>¡¡CLIC!!<<
Una vuelta más al tambor,
Mareando a la fortuna,
Esquivando a la muerte.

Aquella bala había sido su aliada durante años, recogida del revolver de un enemigo en batalla.
El cadáver aun caliente de quien le había apuntado, y la bala que no quiso ser disparada, desde entonces en el bolsillo de su casaca.
Con ella protegiéndole era invencible, voluntario en las misiones mas peligrosas, camino de los ascensos y el prestigio.
Qué osado es quien se siente intocable.

>>¡¡CLIC!!<<
Una vuelta más al tambor,
Mareando a la fortuna,
Esquivando a la muerte.

La tensión empezaba a ser insostenible, y el dinero acumulado ya superaba con creces su necesidad, pero la adrenalina es un motor desbocado en la pendiente, un intento más...

La gente expectante mirándole horrorizados, pero sin poder apartar la vista.
El cañón apuntándole a bocajarro, y el dedo, empezando a temblar sobre el gatillo, tentando de nuevo a la diosa fortuna.

>>¡¡CLIC!!<<
Una vuelta más al tambor,
Mareando a la fortuna,
Esquivando a la muerte.

Suspiros en la sala, quién sabe si de alivio o decepción, y la montaña de billetes en todo su esplendor.
Una apuesta mas, victima de la droga mortal, pero ahora la gente se retrae, demasiadas perdidas en general, sin morboso premio.

Decepcionado por el plantón, el general recuerda a su amada, y se guarda los fajos en su casaca, para salir corriendo en busca de la joya, apenas le quedara tiempo para engalanarse.
Será una gran noche, y su alma arde con los fuegos de la pasión mientras la calle acoge los primeros copos de nieve de la noche.

Un callejón oscuro, una vuelta al recodo,
La navaja reluce bajo la luz de los candiles,
Las rápidas manos del sargento alcanzan el revolver
y un rayo de temor cruza ambos rostros,
Ladrón y agredido unidos bajo la negra capucha,
Enfrentadas la muerte afilada
con su rabiosa gemela encerrada en el revolver.

>>¡¡CLIC!!<<
Al final la muerte siempre alcanza a sus victimas, y la parca que tantas veces se alió con él para escoger uno de los 5 huecos del tambor, repite elección justo cuando no debía.
Indefenso, la navaja que se había detenido en el tiempo durante un instante, alcanza su corazón, sin tiempo para nuevos intentos de disparo.
La nieve se tiñe de rojo, y la casaca deja escapar la sangre a borbotones, por el agujero abierto justo en el bolsillo donde tantas veces se alojara la traicionera bala.
Y el anillo rueda vacío.

Una bala,
Seis agujeros,
Cinco huecos,
Una guadaña escondida.



Si alguien leía los viejos cómics de dossier negro, quizás reconozca la versión de una vieja historia corta.
Allí un husar ruso bebía y jugaba a la ruleta con su arma, para morir de igual forma, sin acordarse de rellenar los huecos del tambor
Que grandes aquellos viejos cómics!!!!

PD: rehago alguna frase confusa por petición de un lector, aunque no comente, que te voy a echar la bronca, javi!!!!!

domingo, 9 de noviembre de 2008

Geografia de una locura



-Las ideas nunca realizadas se archivan en la cuarta sala, justo detrás de la galería de los sueños olvidados.

Así informó Helen al visitante que delante mío pedía información en la biblioteca de las nieves, imposible edificio de geometrías imposibles, y donde la información era una dimensión mas de la existencia.

Acudí allí para conocer mis propios secretos, que debían encontrarse en algún volumen polvoriento, locuras de juventud que había escondido tantos años bajo capas de cordura.
Ahora que mi vida se había perdido por el desagüe solo me quedaba recuperarlas, tratar de encontrar el norte en olvidadas esencias.

¿cuantas veces caemos en nuestros ímpetus y ambiciones? Casi tantas como las que olvidamos que en las cosas más sencillas encontramos mayores satisfacciones.

martes, 4 de noviembre de 2008

Contratos firmados con sangre

El antiguo callejón ya se encontraba lleno de cartones y porquería, sin que ningún operario se atreviera a reponer las bombillas de la pared por la peste a orines.
Con esas condiciones no necesitaba remilgos para deshacerse del cuerpo inerte, con soltarlo en aquel montón de desperdicios bastaría para que pasaran semanas, hasta que algún otro indigente pasara por allí.
Incluso entonces ya se vería si alguien alertaba a la policía.

Aquella sangre le había dejado un regusto amargo y desagradable, alejado de su alimentación habitual, pero no podía evitar los nervios antes de hablar en publico y que mejor forma de aplacarlos que un pequeño desahogo.

Recogiendo la bolsa de deporte pasó al edificio y discretamente acudió a cambiarse al baño. Como ya había aprendido, la sangre era imposible de limpiar de sus trajes, y mientras se ajustaba la corbata, se podía permitir ensayar la mas seductora de sus sonrisas en el espejo, tan irresistible como siempre.

Era la vuelta a su escondite como esforzado ejecutivo trabajando de sol a sol, maldición si le hacía falta ver la dorada perdición, su capacidad hipnótica era el mejor salvoconducto al éxito directo, y el despacho ofrecía para los de su especie un reposo más digno que los ataúdes de las películas.

En breves momentos podría fusionar su pequeña pero emergente compañía con aquella multinacional, una jugada difícil de asimilar por los mercados, pero ya se encargaría de persuadir a varios expertos bursátiles de influencia sobre cual era el caballo ganador.

Impoluto y orgulloso de su porte, saludaba a los consejos de administración y se disponía a realizar la presentación, sin dejar de posar la vista en la joven ejecutiva, aspirante a presidenta de la otra compañía.... quizás por la noche se daría un capricho en dieta, relamiéndose de lo bien que quedarían sus colmillos clavados en el delicado cuello.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Al otro lado



Todos los que alguna vez hayáis madrugado entenderéis lo que significa que os arranques a tirones del tan deseado reposo.
Esos momentos casi eternos en que realidad y sueño se funden entre brumas, sin definir fronteras mientras tratamos con ahínco de detectar la fuente de la distorsión y estampar el despertador contra la pared más lejana.
Con la otra mano nos aferramos al mundo al que sentíamos pertenecer, mucho más que este que nos martiriza, pero se nos escapa entre los dedos como el humo de un cigarrillo mal apagado.

Si, desde luego que conocéis esta sensación, así que entenderéis a Juan Santos cuando algo reclamó su atención, sustrayéndolo del letargo reparador.

Reclamos insistentes y desconsiderados le atraían y un potente foco de luz, demasiado brillante amenaza cegarlo.
Al margen de esa intensa luz todo era oscuridad, y silencio, tranquilidad solo rota por la aguda voz que le llamaba.

Privado de toda referencia, sin recordar nada, y profundamente irritado, tan solo deseaba silencio, recuperar su sueño, cuando otro tirón le zarandeó, para que al final y a regañadientes accediera al reclamo, prestando atención a la voz que rechinaba en su cabeza, impeliéndolo:

- ¿Estas aquí? ¿Te encuentras presente Juan?

Y disgustado dio un golpe, haciéndoles notar que les escuchaba en contra de su voluntad.

- ¿Estas muerto?

Reuniendo sus fuerzas, desplazó suavemente con los dedos la pequeña pieza de madera, posándola primero en la “S” y en la “I”

Pensó en continuar preguntándoles que querían y mandándolos a freír espárragos, pero ellos tenían el control, y total, no creía que tardaran mucho en pronunciar sus intenciones.... Si tan solo aquella mujer no tuviera una voz tan desagradable.

viernes, 24 de octubre de 2008

Verano: El tren de la playa.

Ultima parada, al fondo del vagón de cola.
Nuestros ojos se encadenaron hace ya rato, en la ciudad, sin prestar atención a los acompañantes durante el trayecto, insulsos en comparación a una mirada de complicidad.
Los dos nos despistamos al bajar del tren, rebuscando en las mochilas, dejándoles ir para quedarnos solos.
Sin molestarnos en hablar, sin preguntas, tan solo nos agarramos de la mano y corremos a las rocas, donde el acceso al agua es más incomodo y por tanto una zona más discreta, tan solo perturbada por otras parejas como nosotros.
Pasión ciega, muda y ardiente, al sol de la mañana, amor incontrolable.

Jadeantes y exhaustos volvemos a mirarnos a los ojos largo rato después, recordamos en silencio como nos conocimos hace años, como entonces la pasión descontroló en tormentas.
Sabemos que nos es imposible mantener la llama encendida, lo hemos intentado tantas veces...
Una lagrima asoma en los ojos y nos pedimos perdón, por otra ingenua recaída más.
Recogemos y volvemos a la rutina con un “lo siento” ensartado en las gargantas.
Nos amamos y odiamos a tiempos parciales, sabemos que no podemos resistir el empuje de nuestros cuerpos, casi tanto como inaguantables son nuestras formas de ser.


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Ojeando el cuaderno de Liverpool lei varios "bocetos" de relato sin terminar, uno de ellos es el que aparece como primavera.
Copiando a "La conica" su idea de las 4 estaciones y con aquel viejo relato en mente, recupero otro que nunca terminé, invierno, y subo la apuesta con otros dos amores estacionales

Primavera: Miradas Furtivas

Llueven miradas a tu paso, y la mía la llevas prendada de tus negros rizos
La vertiginosa falda de tu vestido verde, se desliza con sus llamativas flores por el césped, iluminando las piedras de los edificios, envidiosas de tu magnetismo.

El cruce con tu mirada es el vacío del firmamento, que desearía iluminar con las estrellas, gotas de sudor en nuestros rostros por el sol de la mañana.

Febriles sueños de perdición entre callejones, que contemplan nuestras fugaces miradas, como tantas otras que vieron en los años.

Ya sentados, una cerveza tras otra entrelazamos ideas, sueños, coqueteos y roces, y el atardecer nos sorprende de nuevo en el jardín de las flores donde empezamos.

Creo que hoy los vecinos que nos observan van a dormir poco, y seguro que mañana nos miraran mal si nos cruzamos, pero será por la envidia de no poder mirarte con mis ojos.

Invierno: Gotas de cera sobre el suelo.

La camisa y el sombrero reposaban sobre el piano a la media luz de un incipiente amanecer, insinuando los salvajes acordes que allí se habían entonado.

Aquellas notas que se deslizaban envueltas a mis pensamientos por tu escote, explorando los secretos del sujetador que me tenia prisionero.

Tu cintura enrollada en las vueltas del cinturón, del que ansiaba prenderte para atraerte a mi pecho y que ahora cuelga del pomo, contemplándonos.

Y nuestros cuerpos fundidos en una sola forma, sudando entre sabanas que se sonrojarían de poder hacerlo.

Pasión desmesurada con nuestros sexos como centro del universo, galaxias que nacían jóvenes en un big bang exultante, oleadas de energía que ahogan los cerebros.

El fogonazo que prendió el hogar de la noche invernal. Juntos combatiremos las nieves de la mañana, pero ahora, solos tu y yo.

Otoño: Paseando por el jardín de una casa de campo

Sus pendientes tintineaban sugerentes paseando por el jardín, agachándose de tanto en tanto para recoger alguna hoja caída que llamara su atención.

No cabe duda que la vida puede ser maravillosa en una soleada tarde, imprevista en el ataque del otoño, buceando entre hojas y reflejos por el paseo.

Sus 20 años enarbolaban la bandera del frenesí, tiempos en que ver, desear, y disfrutar se funden en un solo verbo.

Era consciente de las miradas sobre sus pasos, y la entusiasmaba el juego. Desde luego que a los hijos de los jardineros de la casa no les cundiría hoy su labor.

jueves, 23 de octubre de 2008

De Inicios y finales

Donde se inicia un viaje y se ven sus consecuencias.
Y Alguien que conoce demasiado bien sus tribulaciones, escribe en el aire la historia de dos viejos conocidos, de los que ya se habló por aquí.
El inicio de la historia, tal vez el final...
La mitad se encuentra en: Los amores prohibidos deben ser protegidos

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Hay viajes de los que no es posible regresar al punto de partida, ni que improvisemos rutas, ni que andemos hacia atrás posando los pies sobre nuestras propias huellas.
Y es que las marcas que esos viajes dejan en nosotros son aún más profundas que el mismo tiempo.

El mismo paraíso se puede llegar a convertir en un infierno si se prohíbe el amor, si rozas con los dedos tu mayor anhelo y te lo niegan.
Tal era la desesperación de Xapher e Yliana y por eso se aferraron a un clavo ardiente para cristalizar su amor, deseo eterno impronunciable.

En condiciones de necesidad, una sola chispa basta para prender un incendio, y Xapher respondió a los gritos airados, rebelándose sin convicción en sus aliados, sin creer en la revuelta misma, pero con sus propios motivos, los mas poderosos, los de un enamorado.

Pero los grandes sentimientos no suelen alterar el destino, mucho menos si el destino los retuerce atados a estandartes equivocados, y las espadas flamígeras cortaron las alas de sus anhelos, expulsándolo para que cayera junto a sus grotescos amos circunstanciales a las grutas avernales.

Junto al ángel que antaño fuera el más elevado, aquel apodado “el dador de luz”, cayeron sus regimientos, mariscales afines a los idearios de Lucifer, pero también las tropas, soldados rasos de un ejercito, que como en todas las armadas de la historia, no siempre compartían ideales con sus mandos, y algunos, como Xapher tan solo buscaban su propio espacio.

Grotescamente oscurecida su piel, desfigurado, atrofiadas sus alas, pervertido su aliento, qué esperanza le podría quedar para rebelarse nuevamente y huir...
No podría volver al cielo, no podría salir del infierno, pero lo peor es que nunca volvería a ver a Yliana.

Con los siglos, aprendió la forma de ausentarse por breves periodos, escondiéndose en la tierra, y hallando el gozo al reunirse con su amada.
Ella, que acepto el cargo de ángel de la guarda, tan solo para poder salir de los muros de la ciudad de plata y así rastrear la mitad ausente de su corazón.
Furtivamente se encontraban en bosques impenetrables, noches sin luna, en las que hasta los ojos de la magia quedan ciegos.
Un amor prohibido mientras exista el universo.

Años pasaron en que los breves y ardorosos contactos les permitían subsistir, rescoldos de pasión, con la que al menos ahora podían calentarse.
Sin embargo, como casi todos los grandes amores, aquellos capaces de hacer girar el mundo, terminó trágicamente.

Pero esa es otra historia, y ya será contada cuando llegue la hora, baste saber por el momento que Xapher fue traicionado por un rimador, absurdo bufón que saltaba pícaro al rededor de la corona de perdición, y que la música y rimas de tan infame diablillo dieron con la cabeza de un antiguo ángel empalada en el puente, delante de la puerta principal del averno, junto al lago de brea en el que aterrizaran el infame día.

Yliana creyó enloquecer al repetir la escena de perdida, y huyó desesperada, tratando de localizar el cuerpo desterrado de su amado.

De su búsqueda, y de su reencuentro quizás dependan más cosas que dos latidos acompasados.
Por que la cabeza de un ángel no se desprende del libro del destino tan solo por separarse de su cuerpo, y el amor, si se persigue con el suficiente ahínco tarda mucho en arder.

Pero como decía, esas serán otras historias, y tiempo habrá de seguir la pista del hilo que une sus vidas en el telar infinito de la existencia.

lunes, 13 de octubre de 2008

Más real que la vida misma



David era un chico muy tímido, de constitución frágil, que pocas veces podía ir a jugar con sus compañeros de clase, siempre volvía magullado hasta en los juegos más inocentes, debido a un mal de nacimiento.

Retraído en su mundo, pasaba horas y horas construyendo sus maquetas, aviones, motocicletas, barcos, y muñecas, sobre todo muñecas.
Poco a poco adquiría conocimientos, mejorando sus técnicas de pintura, tratando de alcanzar la perfección que permite el exceso de tiempo en una actividad, cada vez más cerrado en su mundo.

Era la única forma de verle sonreír, y sus padres se volcaban en que dispusiera de los mejores utensilios, llevando sus dioramas a lejanas exposiciones.... ay!, si supieran lo que le dolía cada premio, otorgado en ciudades que probablemente nunca vería, y es que el construía sus escenas con el sueño de escapar, desando que fueran más reales que su propia vida, si tan solo una de sus muñecas fuera tan real como para moverse.....
Por eso, mientras conservaba sus aparatos, las muñecas una vez construidas eran regaladas, todavía no eran lo bastante perfectas.

En el barrio todos conocían las muñecas de David, quién no querría una si casi tan solo les faltaba hablar y moverse, pero eso precisamente es lo que el pobre muchacho deseaba que hicieran, tan solo eso, alguien con quien jugar de verdad y no imaginándolo, sin peligro de romper sus huesos, ojala él mismo fuera un muñeco y poder así huir con su creación más perfecta en alguno de los coches o aviones a escala.

Woody, el muñeco articulado, le solía servir de modelo, impersonal, frío, sin rostro, pero dotado de una plasticidad de movimientos que el envidiaba para si mismo.
Y así fueron pasando los años, hasta la víspera de su 15 cumpleaños, esa noche terminó su última muñeca, sin nombre todavía, pelo del negro de las noches sin luna, y ojos redondos e hipnóticos, pozos donde caer hasta el centro de un alma atormentada.

David se durmió sobre la mesa tras los últimos retoques a la suave piel y la boca, una boca enigmática y soñadora, de esas sonrisas que es imposible conocer que sentimientos se cuecen detrás.

Y exhausto descanso al fin, sin que haga falta decir en que soñó nuevamente, como cada ocasión.
Mientras su muñeca anónima, quizás apellidada Pullip, por la figura de donde salieron varias de sus piezas, miraba a Woody, pasando ambos las horas brujas embelesados uno en el otro.
Por que Woody, el muñeco sin rostro, no parecía perderla de vista, casi se diría tendiendo una mano suplicante de ayuda, necesitado de poder expresar cuanto la amaba.

A la mañana siguiente sus padres encontraron a David gélido, inerte, libre de su maldición, aunque no volviera a sonreír tampoco.
Lagrimas de todo el barrio inundaron la casa, incluso gente que apenas lo había visto un par de veces.
Pero el dolor no les dejo advertir algo, y es que en la distracción faltaban tres piezas de la colección, tal vez las más valiosas, o por lo menos las más importantes de la historia.

Quizás de haberlo notado se hubieran equivocado y pensaran que alguien las robara, nada más lejos de la realidad, y es que como su propia madre descubrió algún tiempo después, en las noches de luna llena, mirando al cielo, se podía ver una figura recortada contra la luna.

Casi hubiera jurado que se trataba de un avión antiguo, un biplano de doble ala de la segunda guerra mundial, y dentro dos figuras.
Debían estar muy alejados por que se veían diminutos, y aun así, imposiblemente, la figura del piloto sin rostro la saludaba y sonreía, con una cara que sin estar allí era visible, tan visible como el amor que destilaba sus ojos y los de la morena pasajera.




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Incorporo nuevo enlace fotografico, y como un ladron que entra a hurtadillas, tomo "prestada" una imagen para escribirla ;)

miojitoizquierdo

miércoles, 8 de octubre de 2008

Frases sueltas

Una gota rota sobre el cristal,
Miles de salpicaduras.
Mil lagrimas rotas sobre un corazón,
Cuevas erosionadas en la superficie.

Si hasta las piedras sucumben a la fuerza de la naturaleza, qué podrán resistir los tejidos de un ser humano contra la rabia de los propios sentimientos, impasibles ataques sin fin.

Hay días grises, sin motivos, días en los que nada es digno de ser contado, salvo la historia misma, aunque sean capítulos que ya sientes haber vivido.

Últimamente todas las historias mueren como las mareas, estrellándose contra el rompeolas que protege los navíos blancos.
Frases sueltas, inconexas, fragmentos de sueños e historias.

Inicios y finales, desarrollos desnudos, desprovistos de adornos y escenarios, sin que ningún actor acepte interpretar sus papeles.

En esos momentos tengo la sensación de que cualquier idea ya ha sido contada, y se marchitan.

Por esto decido abrir las ventanas dejar que vuelen e iluminen el gris cielo de la noche urbanita, contaminada hasta hacer invisibles las estrellas, pero por esta vez, cuando me asome al raso mis ojos verán centellear los sueños, formando un arco iris imposible.

Quizás algunas ideas retornen impulsadas por su propio viaje, otras desfallecerán y si alguna inspira a otra idea, entregadas están.

Las libero de mi libreta, de la bandeja de borradores de mi móvil, de mi cabeza, que vuelen, estas son las frases incompletas que surgieron en los últimos tiempos, que sirvan para dejar hueco a nuevas ideas, a regenerar este blog, y para que las ideas tengan ahora espacio donde crecer.

Os dejo con ellas:

Flashes
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¿se puede llegar al punto de partida caminando hacia atrás?

Si tengo que elegir entre el sueño y la realidad me quedo con los sueños

Alquilo mi corazón para que duermas en el

Caballos de piedra, corazones atascados en la autopista
Luna y sol, 2 amantes
Luna dormida
Rosa del infierno
Nomeolvides, diosa del abismo
Barrotes en el corazón,
Relámpagos y explosivos
cuando nos cruzamos
estática en la cabeza
cuidado con el río
el puente es cómodo
pero menos emocionante
que vadear y mojarnos
de pasión

Contigo en la cama nos convertimos
En ángeles que pisan ascuas ardientes
Comerme a dentelladas la madrugada
Diosa del amanecer, diablo del ocaso

Dreamhunters, letras guerreras

Falso vampiro, Escocés, errante eterno

Ordenadores, descendencia de la Inteligencia Artificial, criogenizadas

Si se pudiera cambiar el brillo de una mirada....


La luna es caprichosa, la vemos crecer y menguar,
Desaparecer tímida o iluminar la noche.
En sus movimientos domina nuestros anhelos, y juega a los dados con amores imposibles.
Elige en que estanques bañarse, y l

Senda del fuego
Mi alma ahorcada de un hilo, del hilo de tus ojos cerrados

Corazón de hielo

El mundo de la piruleta

Joyride, pirata del aire

No, no pienso, salvo que...

When the thunder calls you,
Cry tonight,
Sonó el teléfono y se oyó la voz del tueno

martes, 9 de septiembre de 2008

Un descafeinado, por favor



El bar llevaba años cerrado, mostrando al exterior una puerta medio oxidada y repleta de carteles desteñidos a medio arrancar, donde se podían distinguir los conciertos de las fiestas de todos estos años.

Para el transeúnte solo se trataba de una antigua taberna cerrada hacia mas tiempo del que era posible recordar, vestigio de una época de pequeños bares de barrio, antes de las relucientes cadenas franquiciadas.

Cada día sin falta a la llegada de las primeras luces, un hombre trajeado abría con sus llaves la puerta, para salir discretamente un rato después, cabeza gacha y mirada vidriosa, aunque nadie reparara en él.

Los viejos del lugar recuerdan aún cuando se cerró el bar y se trasladaron sus partidas de domino y tute, pero claro, quién les suele escuchar, o aprender de sus experiencias.

Se trató de un escándalo de barrio, modesto como todo en aquellas calles, y el viejo Jeremías pasó por el hospital, aunque ninguno fuera capaz de sentir rencor por la dueña.
La anciana era presa del mismo enemigo que tantos de ellos, aquel que ataca en la oscuridad y con engaños te arrebata lo mas preciado, tus recuerdos y la propia esencia de tu ser.

Apenas podía distinguir unos envases de otros, agudizados los males por su falta de vista, fueron necesarios varios lavados de estomago para restaurar los males causados.

El bar fue cerrado de inmediato, acabando con el ultimo vestigio de vida que le quedaba a la señora Brígida, quedando recluida en la vivienda posterior al bar y que tenia su entrada en la puerta de al lado, aunque pocos lo supieran.

Su hijo iba allí todos los días, con sol lluvia o nieve.
Siempre pedía un descafeinado de sobre tras cerrar la llave de la puerta.
Y cada mañana ella se lo servia sin reconocerle, hablándole de la escasez de clientela, de lo oscuro que debía estar el cielo por la poca luz que entraba.

El vigilaba lo que le echaba, y antes había depositado en la barra un sobre de café y un cartón de leche fresca, pero aún rara vez se lo tomaba.

Cuando se iba dejaba en el platillo la parte que tocaba ese día de su pensión, y saludaba al levantarse a su asistenta que llegaba por la parte de la vivienda.

Brígida estaba acompañada cada minuto del día, ya fuera por su asistenta o familiares, pero todos entraban por la vivienda, tan solo su hijo pequeño continuaba la obra de teatro de ser su único cliente.

Esa había sido su vida tantos años, y sacarla de allí seria la muerte, entre extraños aunque fuera con sus seres cercanos.
Era mejor atenderla allí, y la sonrisa que dedicaba a su único cliente cada mañana era suficiente pago, aunque no supiera jamás quien era, ni siquiera que era la misma persona cada día.



Es curioso, pero este texto, después de rondar varios días por mi cabeza y escribirlo en la libreta, hubiera jurado que también lo había subido aquí.
Sin embargo he visto que no era así, se había vuelto discreto como el hijo de Brígida.

domingo, 31 de agosto de 2008

Rosa de los vientos



Mientras miro la maceta recuerdo que es bueno hablar a las plantas y le cuento historias, verdaderas o inventadas, de alegrías y aventuras, que las miserias ya las puede ver por la ventana.

Se trata de una planta peculiar, tan única como todo en el mundo, como cada uno de los seres que lo habitan.
Con los pétalos sobre la tierra y el centro de su flor enterrado, depositando el polen entre granos de abono.
Sus raíces apuntan lozanas al sol, y las hojas crecen del revés, de la punta al tallo.

Saco el corazón y lo exprimo para regarla de las gotas de sangre, pero olvido que las ultimas lagrimas que contenía ya fueron lloradas y la pobre flor se tiene que contentar con unas pocas gotas, no es bueno regarla demasiado.

La Luna ilumina las calles y salgo esperando no quemarme con su brillo.

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La cancion pertenece a Los Limones, del Ferrol por supuesto y su letra es una pequeña maravilla que no puedo resistirme a incluir, ademas, para una vez que mi texto es pequeño jejeje

Vivo al lado del mar,
en un pueblo donde perder es lo normal,
los que pudieron escapar juraron no volver jamás.
Hoy empezó a llover, y todo va seguir igual,
igual de mal, igual de bien y para que,
no tengo prisa, no nací para perder mi tren.
El Rias Altas llevará los sueños y la realidad,
será otro día más, simplemente un día más.

La fabrica cerró,
las maquinas pararon se secó el sudor.
La cabeza bien alta cuando se tiene valor,
para andar por la vida como el mejor perdedor.
Que importan hoy, los bolsillos del pantalón
lo que esta dentro se lleva, se tiene o no.
La costa oeste brillará,
toda la vida cara el mar,
aquí me encontraras, aquí tengo mi hogar.

Se que aquí nací y aquí quiero quedarme
aquí esta mi hogar, donde se acaba el mar.

Sigo una tradición,
costumbres que esta vez mi tierra me enseño
Vivir con el misterio de saber si vengo o voy
y aunque lo tengo claro solo muestro indecisión.
La confusión no es mi defecto y hasta hoy
me entrego como y cuando quiero solo yo.
Ahora ya sabes como soy, donde dejé mi corazón
donde mi corazón, donde mi corazón.

Sé que aquí nací y aquí quiero quedarme
aquí esta mi hogar, donde se acaba el mar.
Sé que aquí nací y aquí quiero quedarme
aquí esta mi hogar, donde se acaba el mar.

domingo, 17 de agosto de 2008

La balada de Malekith




Imaginad que abrís los ojos y solo veis oscuridad, sabéis que no estáis ciegos, podéis distinguir con claridad vuestras propias manos pero os rodea una negrura impenetrable sin rastro alguno de luz.

La nada inmaterial y distante sin apoyos ni sentido de la ubicación, donde conceptos como arriba y abajo carecen de significado.
El olvido eterno sin orillas que alcanzar ni corrientes,

Parece demasiado cruel pero esta fue la prisión de Malekith y mejor que se cuiden aquellos que se compadezcan de el.

En nuestra cultura popular los elfos son criaturas gráciles y armoniosas, en sintonía con la naturaleza y de gran belleza, aisladas, pero bondadosas.
Sin embargo, nuestra cultura es joven y otras antes que nosotros habitaron las tierras que ahora domamos brutalmente, cuando las criaturas ahora míticas, eran tan reales y cotidianas como un dolor de muelas.

Y ellos conocían de los Svartálfar, igual llamados Dökkálfar, y es que los elfos, como cualquier especie también tienen sus manzanas podridas, sus lobos naturales, y así es desde que nacieron cual crisálidas de los gusanos devoradores de Ymir, a la luz obtuvieron su belleza, y aquellos que se mantuvieron a la sombra, recibieron su oscuridad.

Malekith fue el peor de ellos desde el principio, conspirando para atacar los nueve reinos, celoso de la dicha de Midgard, nuestra tierra, atacó y asoló al hombre con los elementos, desde el fuego de Muspellheim al frío gélido de los antiguos inviernos, y fue con esta arma con la que casi acaba con la vida, exultante en su cercano triunfo hasta que Odin lo desterró, encerrando a su cruel aliado en un cofre perdido desde entonces.

Quién sabe si el famoso general invierno no fuera su rescoldo amaestrado por los rusos, pero si alguna vez se liberara, desdichados aquellos que lo vieran.

Flotando en su tenebrosa dimensión-celda Malekith casi recordaba sus hechizos, arcanas formulas de perdición, para perderlas al instante, y de repente, un diminuto punto de luz, apenas la medida mas pequeña imaginable, pero de una inmaculada blancura que por poco lo ciega, profanando la oscuridad.

Alguien ha encontrado a malekith, y por la grieta flota un copo de nieve, advertencia y clamor de futuras batallas.
El lobo ha olido la sangre, pobres de los que se interpongan.

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Si habitualmente recomendaria antes los videos que mis textois, esta vez lo hago de forma aún mas encarecida, sik alguien noi ha tenido la ocasión de disfrutar del Lord Of The Dance, por favor, dadle al play del siguiente video y contadme si no es una maravilla...


sábado, 9 de agosto de 2008

El teléfono del diablo comunica

El teléfono del diablo comunica

Imaginaos que tocáis inadvertidamente un botón pequeñajo en el que no os habíais fijado del teléfono de casa.
Es algo relativamente normal si estáis con varios trastos en la mano, como le pasaba a mi hermana, lo que no es tan normal es que al mirar la pantalla no solo se ha marcado el 666, sino que el teléfono lo reconoce, y lo muestra como “DIABLO”

Y os puedo asegurar que el número no esta grabado en la agenda, que lo acabo de comprobar.

Resultado colgar cagando leches y luego jaja jiji

Pero claro, según pasa el mal rollo inicial, surge la curiosidad, que pasaría si marcas y llamas a ese número, por lógica saldría la locución de “el número del abonado no existe” o tal vez la de “numero apagado o fuera de cobertura” si no lo han previsto bien, pero quizás todo sea cosa de algún cachondo de la operadora, por que el nombre no esta en mi agenda, así que igual hasta le han puesto una locución graciosa.

Total, que pasando del mal fario va mi hermana y le vuelve a dar al botoncito de marras y al verde llamar, espera, y comunica.

¡¿cómo que comunica?! Para comunicar tiene que existir el número y estar encendido, es más, tiene que esta hablando!!!!!

Y lo peor, ¿se le habrá quedado la llamada perdida grabada? ¿devolverá la llamada? ¿Estará tan solicitado el teléfono del diablo?
Ya os diré que se cuenta cuando devuelva la llamada



PD: esto no es un relato, es un post basado en hechos reales, vamos, de hace 5 minutos

jueves, 31 de julio de 2008

El universo reducido al cañón de una pistola



Una mala noche, en un mal barrio, y con malas compañías, quizás fuera demasiado optimista pensar en un buen final.

La luz de las farolas entra por las ventanas, formando tétricas sombras de la mugre en las desnudas paredes.

Y allí estaba, viendo la cara de aquel chaval justo delante del cañón de mi 44.
Un perfecto desconocido hasta hoy, con la mirada llena de convicción y serenidad, lo bastante lejos para no poder reaccionar y lo bastante cerca para conocer el resultado final.

Sin verlo, sabía que mis pies estaban envueltos por el charco de sangre que manaba de mi compañero, tendido entre ambos, una simple mirada inicial a lo que fue su cara bastó para eliminar la necesidad de buscarle el pulso, ahora parece que hace años de aquello.

Su placa podía recitar misa en latín, no dejaba de ser un poli corrupto, y mañana hubiera sido su último día en el cuerpo, cuando entregara el dossier con las atrocidades que me había costado meses documentar.

Un expediente muy completo, extorsiones, drogas, violaciones, algunas muertes.... y todo sin levantar sospechas ni a sus propios compañeros, hasta que incluyó la pedofilia a su currículo, y el extraño que tengo delante determinó borrar su cara del mundo, literalmente.

Como policía debería detenerlo, sé que no se resistirá.
Como hermano, esposo y espero que futuro padre debería dejarlo ir, pero sé que no ha escondido su rastro, no lo pretendía, le encontrarán mañana mismo.
Como detective, sé que esconder las pruebas que le apuntan significaría la imposibilidad de destapar el dossier que descansa en mi mesa.

Librarle de la cárcel haría que enterraran a un culpable con los honores de un héroe.
Y no es que me importe mucho ese detalle, los muertos, muertos están, pero me preocupan los vivos, y el departamento se sentiría herido y ya se encargarían de buscar un cabeza de turco con el que desahogarse, fuera o no culpable de algo.

No, tampoco sería justo, y allí me encuentro en la corte suprema de un edificio abandonado, instigado por el fiscal sangre, el juez mi pistola, encañonando al acusado, cuya única defensa eran sus ojos, demasiado parecidos a los de su hermana, y yo alguacil y jurado, encerrado en una encrucijada donde ningún camino tiene salida

Trato de enfriar mi mente buscando una rendija irreal por donde salir de esta situación, y con una mano coloco el cigarro en mi boca, encendiendo el viejo mechero en un movimiento entrenado, y la luz se hace

BAAAMMMMM!!!!!!!!!


Llevo siglos rellenando papeleo, y todo por que aquel adolescente encontró al violador de su hermana, que resulto ser la hiena de mi compañero.

El chaval le quitó la pistola para obligarle a entregarse, y así estaban hasta que les encontré, y el canalla me golpeó apoderandose de mi pistola para disparar al pobre chaval en un hombro, sin dejarle más remedio que matarlo en defensa propia.....

Y esa es la única verdad que la sangre chillará.
Cualquier otra cosa que sucediera allí quedará encerrada en el cañón de una pistola, balas que nunca serán disparadas, jamás serán escuchadas.

martes, 29 de julio de 2008

Dreamhunters



Cuentan que la materia ni se crea ni se destruye, que tan solo se transforma, y esa afirmación, simple en apariencia ha sido el leit motiv de vidas enteras y cascadas de tinta y papel.
¿y los sueños? ¿son materia? Qué le sucede a un sueño cuando es abandonado en la cuneta de los años, triste y solitario.

En la otra cara de la moneda esta la primavera, el mayor caudal de producción de sueños e ilusiones, febriles y acalorados muchos de ellos, pero olvidados en verano en gran medida.

No puedo responder al origen de los sueños, pero si a su evolución final, y es que pese a lo que digan esos científicos barbudos en sus batas blancas, las nubes están hechas de sueños, tanto más altas cuanto inalcanzables eran estos.

Por eso las de verano son tan furiosas en sus tormentas, provienen de los amores rotos y los no correspondidos, mientras los de invierno y aquellos largamente hibernados, habitualmente ansias de niñez que olvidados se tornan en gélidas capas de nieve de bombero o granizo de astronauta.

¿Cómo lo se? Evidentemente por que me dedico a caminar entre ellos, surcándolas y recolectando aquellos que aun guardan algún rescoldo de esencia onírica en su corazón, los mas poderosos.

Mi bajel despliega sus impolutas velas y recorre los mares celestes, oculto en olas de algodón, ojo avizor a los instantes cumbres, amanecer y atardecer con sus amplias tonalidades de rojos y grises, cuando más melancólicos o románticos nos mostramos.

Puede sonar bucólico y ensoñador, pero no dudéis que se trata de una maldición, como me recuerdan las olas autenticas cada vez que cometo la imprudencia de dirigir mi mirada hacia abajo.

Hace más tiempo del que puedo recordar, las ancianas maderas se remojaban con la sal marina, y mis cartas de navegación me permitían rendir tributo a mi amor, aquellas inmensas superficies marinas.

Nunca encontrareis amante mas apasionado que yo podía ser con las olas, y mis celos por Poseidón y las deidades acuáticas eran legendarios, hasta que una tarde otoñal aquella lombriz embaucadora arribo al puerto donde aprovisionábamos y me sedujo con brillantes cofres de oro y joyas a cambio de dirigir sus incursiones en tierras extrañas y nuevas, tan vírgenes que me retuvieron entre sus garras.

Y la mar, traicionada y despechada, me maldijo, entregándome a paganas entidades que aun hoy no comprendo, amorfas energías, y seres multicolores, maravillas que me hicieron pensar en pesadillas al despertar... hasta que al asomar por la proa como cada mañana, el horror de encontrarme en los cielos casi acaba con mi animo.

Tantos siglos después, todos mis fieles tripulantes, que me acompañaron en la maldición, se han suicidado en goteos dramáticos, pero aquí siguen sus cuerpos, recordatorios del tiempo inagotable.

Continúan realizando sus tareas de forma eficiente pero sus miradas se encuentran vacías, huecas, y no quiero pensar donde residen sus almas, si tan solo pudiera romper aquel pacto firmado mas permanentemente con el alma que si hubiera estampado mi propia sangre.

Desconozco la función de los sueños etéreos para los vigilantes de tan cruel condena, pero a veces retengo alguno en las bodegas y hago que mi tripulación los inhale, creyendo ver por unos segundos como un halo de gratitud les empapa, pero son síntomas tan leves y efímeros que son rápidamente olvidados.

Tan solo me queda rezar a mi amada mar, y pedirla que perdone los pecados cometidos, al menos eso es lo que espero cada vez que veo el sol desaparecer en el horizonte, reflejado en sus mareas.

Mientras ella me perdona o encomienda un atarea que me permita redimirme, tan solo puedo imploraros lastima para este lobo de mar desterrado, Capitán McMurlock

miércoles, 16 de julio de 2008

Leyendas de un peregrino (III): Foncebadon y la cruz de ferro

Cientos de pueblos abandonados salpican España, pequeños fantasma de piedra y madera, invadidos por la vegetación tratando de recuperar el terreno que antaño invadimos y a la vez ocultar nuestro paso a la memoria.

Generalmente suelen ser lentas agonías, migraciones de jóvenes y envejecimiento paulatino, salvo algunos casos repentinos, en donde siempre se esconde algún suceso traumático detrás de las ventanas rotas.



Mientras paseaba por Fondebadon mi sensación no era la de estar caminando por un paraje olvidado, pese a las casas deshabitadas, puertas desvencijadas, y la historia que rezumaba por entre las piedras, deseando ser escuchada, pero sin gargantas que la relataran.

No, aquel pueblo tenia alma propia, durmiente, esperando su momento pero consciente de que este llegaría, sin impacientarse.
Sus historias volverían a ser contadas, si es que alguna vez se habían olvidado.

Muchos de estos pueblos han sido objeto de talleres de restauración, campamentos de repoblación, donde estresados urbanitas dedican sus esfuerzos, muchas veces indocumentados, en el acondicionamiento de esas villas.
Un divertimento moderno, de esos “con encanto”, y donde el encanto consiste en madrugar y trabajar, vamos, como en diario pero encima por gusto y pagando en vez de cobrando, un gran negocio.

Foncebadon no era ajeno, y varias de sus casas se mostraban vestidas con elegantes remiendos, que no lograban esconder, ni tan solo disimular todo lo que aquel pueblo sabia, y esperaba.

Cerca de allí, en pleno monte, se encuentra la cruz de ferro, un simple crucero de hierro, anclado en una base de piedras dispares, no seria algo tan llamativo, los habrá a cientos, pero este es especial, y eso que se trata de una replica, pero será tal vez la mística del lugar, de la tradición o simplemente el influjo del cercano asentamiento.

La base de la cruz se alimenta de los peregrinos, quienes tienen por costumbre ofrendar piedras de su tierra, un peso valioso como el mismísimo oro para aquellos que llevan toda su existencia a cuestas en la mochila.
Quien no ha sido previsor, o desconocía la antigua costumbre suele dejar una reliquia prendida de la propia cruz, y allí se pueden encontrar maillots de ciclismo, camisetas, pañuelos, fotos, y casi cualquier cosa imaginable.

Y si la cruz se alimenta de los peregrinos, el pueblo se alimenta de la cruz, el faro que iluminara tan ansiado retorno, pues Foncebadon guarda secretos sin esconderlos, y aguarda a aquella que despertará sus voces hibernadas.

La gran torre elevara sus pesadas campañas que la semiderrumbaron y tañendo llamara al orden a las pallozas y al hospital.

Y es que hace mucho, cuando se inicio la tradición de la cruz de ferro, las mozas de los lugares cercanos oraban a sus pies, antes de desposarse o simplemente acudir al servicio en la capital, y allí acudió una joven burlada por el criado del canónigo.



Tras huecas promesas, el pícaro logro saciar sus apetitos de la inocente muchacha, para después huir a la caza de nuevas aventuras.
La joven lloro e imploro ante la cruz, oxidando sus lagrimas la base de ferro, y sus lamentos hirieron al alma de un pueblo bondadoso.

Después de muchos años, quien sabe cuantos, la cruz dará por concluidos los tormentos de tan cruel sujeto, y resarcida la pena de su victima, si esta es capaz de dejar de llorar allá donde se encuentre, el pueblo resurgirá de sus cenizas cual ave fénix.

Mientras tanto el pueblo aguarda las señales de cielo e infierno, a que los dos protagonistas de tan aciaga noche olviden, y el crucero domina la región desde lo alto.


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Rastreando por la red en busca de las fotos adecuadas, he encontrado muchas escenas familiares, sitios que vi durante mi propio camino, y se me han avivado las ganas de volver a pasar por esos lugares, de volver a empaparme en historias y gentes, y de buen comer, por supuesto.

Me propuse volver en el 2010, pero ya veremos si aguanto tanto :)

Por cierto, la leyenda existe en realidad como parte de la novela picaresca “La niña de los embustes, Teresa del Manzanares” de Alonso del Castillo Solórzano

jueves, 10 de julio de 2008

de caminos y destinos

Escapando de ningún lugar
llegue a ninguna parte,
y vi que el paisaje era identico,
que tampoco alli queria reposar,
así que recordando algunos pasajes,
habiendo disfrutado más del camino
que del destino,
decidí volver a ningún lugar.

Ya no escapo de allí,
sino que retorno,
aunque tan solo sea
para poder partir de nuevo
y seguir escapando,
al menos mientras disfrute
del camino



Algunas noticias se agolpan, y las lentejas toman nombre y saludan, incluso se convierten en garbanzos, y todo mientras el sol achicharra madrid

jueves, 3 de julio de 2008

El espejo se rompio con la marca de un colmillo



Al entrar en la casa lo primero que llamaba la atención eran los espejos.
Mucha gente tiene un espejo en el recibidor, quizás hasta uno más pequeño en algún marco, pero en aquel pequeño espacio llegué a contar 15 espejos.

Una vez dentro la pauta se repetía, con una enfermiza obsesión.
Si alguna vez habéis entrado en la casa de los espejos de la feria sabréis de que os hablo, pero ahora trasladarlo a una vivienda, intentad averiguar con cual de las imágenes habláis, y cuales son los pasillos reales, cual el sofá donde poder sentaros.

Sumadle un ambiente oscuro, persianas dignas de un bunker militar y una peste a ajo inaguantable... realmente me sorprendía que allí pudiera vivir una persona, pero la nevera se encontraba llena, así como la bolsa de la basura, aunque esta contenía alimentos apenas probados, un mordisco o dos tan solo.

Y ella se encontraba en la habitación, llorando lastimosamente y suplicando que la detuviéramos.
Llevo noches sin dormir viendo otra vez su imagen multiplicada por 100, en las paredes, en el armario, en el techo, arrodillada en la cama, y con las muñecas extendidas, implorando que acabáramos con todo.

Hoy es el juicio, por los 8 asesinatos de los últimos 2 años, todos siguiendo la misma pauta, hombres adinerados, habituales de la noche, siempre encontrados en callejones oscuros, con la camisa desabrochada, los bolsillos tan llenos como acostumbraban, y el cuello marcado por un mordisco, en el que predominaban las perforaciones de los colmillos.

En cada caso estaban invariablemente desangrados, con fuertes dosis de sedantes para que no se resistieran, y la mayor parte de la sangre solíamos encontrarla cerca, en el mismo callejón habitualmente, mezclada con vómitos, como si hubieran intentado bebérsela y la rechazaran.

La alarma social se ha ido disparando durante este tiempo, hasta que la encontramos, una joven hermosa, seguramente jugando tantas veces el papel de la presa convertida en cazador implacable.

El doctor termino anoche su informe, retrasado por tener que trabajar solo de noche, agenda apretada.
Pero era concluyente y obvio: recuerda cada detalle vividamente, es capaz de distinguir perfectamente la maldad y las consecuencias de sus actos, y cometió los asesinatos en plenas facultades de voluntad, pero sin embargo se encuentra desequilibrada en sus convicciones de si misma.

Está convencida de ser un vampiro, todavía no desarrollada por completo, por eso probaba la sangre, para saber su grado de avance, por eso tenia la casa llena de espejos, para comprobar cada mañana que todavía se reflejaba.

Si hubiera sido tratada antes de los asesinatos, seria una pobre desdichada destinada a la camisa de fuerza y a los sedantes, ahora en cambio.... se ha convertido en un monstruo peor que el que temía ser.

Según el doctor, todo encajaba, las pruebas eran obvias y abundantes, pero algo me carcomía, por eso esta tarde revise historiales hasta encontrar algo.

Hacia 2 años y medio fue tratada por el mismo psicólogo que ahora ha actuado en la investigación, y entonces la dio el alta, no cuadraba, no justo antes de que empezara a matar.... el alta la recibió una semana antes del primer crimen, y se tomó esa semana de baja en el trabajo por encontrarse mal.

Compruebo el pasado del buen doctor, sus traslados y reviso los casos abiertos de sus anteriores ciudades, encontrando casos similares hace tantos años que ya se habían olvidado de ellos.

Una frase, aparentemente fruto del azar volvió a mi mente, anoche en su ultima sesión el doctor se despidió con un detalle curioso, lamentando que la desdichada fuera tan torpe como para sedar a sus victimas, según sus palabras si hubiera estado en lo cierto y fuera una vampiro incipiente, la sangre sedada no habría terminado de despertar sus instintos y esos mismo sedantes eran el motivo de que la rechazara y vomitara.

Entonces no le di importancia, pero ahora por algún motivo todo cobraba sentido en mi cabeza, quizás esa pobre desdichada no estuviera tan loca, quizás debería comprobar si el doctor vuelve a trasladarse, por algún motivo sospecho que donde vaya se repetirán situaciones.

lunes, 16 de junio de 2008

Imagenes de Liverpool; Truly, Madly, Deeply

Para pasar corriendo debajo de un corredor de arcos de agua, quizás una camisa blanca no sea lo mas adecuado. Pero lo que dictaban las vetustas normas escolares sobre uniformes.
Aunque claro, de la norma a la realidad distaba un mundo.

Falda te tablas, que causaba rubores en el resto de compañeros al estar subida por encima del reglamento, muy por encima, corbata floja y chaqueta olvidada en un banco.

Definitivamente solo faltaba mojar la camisa para completar el cuadro.

Y eso es lo que pasaba allí en medio de la plaza, con el bullicio de la gente saliendo de las tiendas y entrando en los pubs, todavía con el sol calentando los ánimos, ansiosos de sus rayos, y aquella fuente.

Todo el suelo una rejilla, con arcos de agua formando un pasillo que se deslizaba caprichoso, y los jóvenes saltando por dentro, riendo sin parar.

No se me ocurre una imagen mejor para explicar el principio del verano, mientras disfruto de una buena pinta fresquita al sol.

viernes, 30 de mayo de 2008

Road to Barcelona

¡¡¡Me piro a Barcelona a ver el concierto de Bon Jovi!!!

como de costumbre en los conciertos de Bon Jovi se trata de una excursion familiar en toda regla,
solo espero que no me llueva y asi ademas del concierto visitar a gusto la ciudad que nos piramos todo el finde

martes, 27 de mayo de 2008

Juramento

Icaro, tú que tanto te acercaste al sol, al menos más alto que las pesadillas de la rutina, cuéntame la grandeza de la caída.
Pues solo al caer somos capaces de descubrir lo alto que habíamos ascendido.

Siempre añadiendo nuevos ladrillos a nuestras fortalezas, nuevas plumas a nuestras alas, fundiendo cera y metal para dar forma a los sueños, hasta que son tan grandes que chocan con las paredes del universo infinito.
Aún entonces nos esforzamos en batirlas mas rápido para tan solo precipitar la caída.

Lucifer, tú que fuiste el mayor ángel de la ciudad de plata, que podías iluminar la noche por ti mismo, cuenta cómo de define la oscuridad en eternas grutas, consumidas y carbonizadas tus alas, negras caricaturas deformes de la gloria que un día tuvieron.

Sol, joya de incalculable valor, Dios de las arenas y el Nilo, cuéntanos tú también cómo se siente al alzar la vista y ser solo un engaste mas de una simple cadena en el joyero del espacio.
Cómo se siente al no alcanzar nuca a la amada luna, por más que os aventuréis en carreras por el firmamento.

Y tú, Dama Luna, poderosa señora, dueña de las mareas y capaz de provocar las más ardientes pasiones, cuéntanos tú cómo se sienten las estériles pasiones, incapaz de engendrar a tu ansiado niño de plata.

Atlas, poderoso guerrero, de fuerza incalculable, capaz de sostener el mundo, cómo se siente al estar encadenado al orbe que sustentas por la eternidad.

Si incluso el orgulloso cazador es incapaz de alcanzar al león que persigue en el firmamento, quien se mofa a sus espaldas.

Si dioses, mitos y constelaciones fueron incapaces de encontrar su camino y acabaron sumidos en el fracaso de su propio poder, que esperanza tenemos de encontrar nuestro sitio en los modestos pastos de la vida.

Contadnos!!!!

Tan solo silencio por respuesta nos ofrecéis aquellos que caísteis antes y ante la mirada permanente de las montañas que se alzan delante.

En ese caso, las rodearé, cruzaré o apartaré, pues si el final del camino lo conozco de antemano, al menos estará en mi la elección de la senda, y mi decisión es la de rebelarme ante todo, ante vosotros y sobre todo a las montañas que me amenazan

miércoles, 14 de mayo de 2008

Encadenado a un instante de gloria y perdición‏

Si bien pocas sensaciones placenteras pueden compararse con el alivio encontrado en la taza de un cuarto de baño buscado con desesperación, si este se halla en el interior de una catedral, debería considerarse como una experiencia religiosa.

Algo así debe pasar por la mente del viajero que sufre un repentino y acuciante apretón entre las frías galerías de una lejana catedral, así que en esas condiciones, el cartel que dirige a los aseos es una iluminación celestial comprable a las puertas de San Pedro.

No quiera la casualidad que el santo oficio se inicie por sorpresa para nuestro protagonista tras su entrada en semejante reino celestial, pues los coros angelicales coincidirían con la atronante tormenta desatada, y su alivio adquiriría dimensiones inenarrables.

Si llegados a este punto, envidiáis tanta fortuna y os gustaría vivir dicho éxtasis, tened cuidado con vuestros deseos, es posible que al salir os esperara detrás de las columnas un comando de religiosas beatas, armadas de rosarios semiautomáticos de repetición, tal vez molestas por que el ruido de la cadena y su cascada impidieran concentrarse al sacerdote durante su discurso

NO, no me sucedió, pero estuvo cerca, como si de uno de aquellos libros en los que escoges la siguiente pagina se tratará, en la catedral se dio la situación, el apretón y el lavabo dispuesto, y justo tras decidir salir, fuera al primer bar, se abrió la puerta para dar paso a la legión de monaguillos entonando salmos.

domingo, 13 de abril de 2008

Mes de abril en venta

Sabina preguntaba quién le había robado el mes de abril, yo me parece que prefiero venderlo, por que vaya mesecito....

ademas del curro movidas en el piso, que la de arriba me ha caldo el baño recien terminado!!! aarrrggggghhh!!!!

en fin, mientras intento vender el mes de abril, un poco de musica, mas ochentera imposible, con guitarra y desde canada

viernes, 11 de abril de 2008

Leyendas de un peregrino (II): Desandando una vida



Caminaba despreocupado por una colina más, en medio de la nada, absorto en mis pensamientos.
No puedo decir que fuera un peregrino al uso, gorro de south park, camiseta de Raül López en los jazz con el 24 a la espalda, y picoteando de los 100 gramos de cecina comprados en la última tienda de León, y que atados a la fiel vara me acompañarían esa primera mañana.
No, aun no estaba integrado, y se debía notar, pero aún así me bastaba para descubrir detalles, como que al cruzarme con otro peregrino nos saludaríamos hermanados:
- Buen camino!
- Buen camino!

Pero subiendo por aquel camino algo me llamó la atención y es que alguien bajaba en mi dirección, pero caminando hacia atrás.
Sería un hombre de unos setenta y algunos años, marcado por los rigores de una vida esforzada, ganándose cada miga de pan, y de cuerpo delgado como un susurro, pero visiblemente fuerte por pura voluntad.

No pude evitar acompañar el saludo habitual, con una mirada curiosa y al ver que se detenía en una fuente cercana a beber acudí a interesarme por su camino.

Prejubilado hacia ya años, y solo por la muerte de su esposa, había decidido emprender el camino desde Santiago hasta Roncesvalles, mirando siempre al oeste, desandando con calma los senderos que tantas veces recorrió en su juventud, y de los que ahora, casi como un canto del cisne, se despedía para empezar a vivir con su hija en América.
Sus ojos guardaban sabidurías olvidadas, y me enterneció mientras le deseaba suerte en su senda.

Aquél misma jornada, no pude evitar mirar de otra forma cada cara con la que me cruzaba, aunque sorteáramos las mismas piedras y bebiéramos de las mismas fuentes, cada camino era distinto, incluso algunos los inventaban, por que no siempre las baldosas amarillas están señalizadas, y a veces necesitamos soplar para levantar el polvo que las recubre.

Hubiera podido pensar que aquel hombre desearía volver a su vieja vida, y seguro que la echaría de menos, pero en lugar de llorarla, se despedía de ella para volver a empezar.

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La música es de Marie-Élaine Thibert, la sorpresa que me he encontrado hoy en el youtube, y no me puedo resistir a poner el video donde la descubrí, el “C'est ça, le Jazz” (All that Jazz), donde ella canta en segundo lugar acompañada de Véronic Dicaire, Annie Villeneuve y Marie-Mai Bouchard, a las cuales también me permito recomendar

miércoles, 9 de abril de 2008

Proyectos: Bon Jovi & Liverpool

El fin de semana del 1 de Junio estare en Barcelona, y ademas, viendo el pedazo de concierto de... BON JOVI


si, ya se que han cambiado mucho desde entonces, pero me sigue gustando la musica, y los que me conoceis ya sabeis que los conciertos de Bon Jovi en mi casa son como una excursion familiar, que nos vamos todos para alla jejejejeje


Y epara el 8 de mayo, pasaré unos días en Liverpool


Ya contaré, pero si alguien quiere algo que vaya avisando jejeje